ZARAGOZA, 4 (EUROP PRESS)
El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) elaborado por la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio de Zaragoza e Ibercaja se sitúa en -2,7 en el segundo trimestre de 2022, un valor negativo propiciado por la volatilidad de la coyuntura. Si bien las previsiones apuntan a un crecimiento económico, la cautelade los empresarios ha aumentado y su grado de confianza ha bajado.
La ralentización del crecimiento merced a la persistenciade incertidumbre, unido a la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo para contener la inflación incide en las expectativas de los empresarios aragoneses.
Resulta destacable la diferencia entre sectores. Mientras los empresarios del sector secundario valoran de forma ostensiblemente más positiva que los del sector servicios el trimestre recién acabado que el venidero, la opinión de las empresas del comercio y de los servicios es menos pesimista que las del sector secundario respecto del tercero.
Si se desagrega el Índice de Confianza Empresarial en los dos subindicadores que lo conforman –el de situación y el de expectativas–, el indicador de situación alcanza un valor significativamente inferior al cosechado en la oleada anterior (1,1 frente al 3,1), y el índice de expectativas retrocede de forma más acusada (-6,5 frente al 1,9).
La ralentización en el crecimiento económico motiva que se incremente el porcentaje de empresas aragonesas que sitúan a la debilidad como el factor principal que lastra su facturación (en línea, por otra parte, con la tendencia histórica). Casi seis de cada diez así lo manifiestan, quince puntos porcentuales más que en la oleada anterior de esta encuesta, según el ICE.
No obstante, la falta de mano de obra cualificada (12 %) continúa como la segunda causa en importancia para explicar la falta de crecimiento en la actividad, seguida del aumento de la competencia (8 %).
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