ZARAGOZA, 10 (EUROPA PRESS)
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, acompañada por el arqueólogo y antropólogo José Ignacio Lorenzo, ha confirmado que los restos hallados en la Catedral de Huesca corresponden a Félix de Azara y Perera, uno de los personajes con más relevancia en Hispanoamérica, y de reconocimiento internacional del siglo XVIII.
Este resultado es fruto de la investigación realizada por el investigador José Ignacio Lorenzo, a instancias del Gobierno de Aragón, y que ha permitido cotejar los restos óseos encontrados en la Catedral de Huesca, que pudieran corresponder a Félix de Azara, con los de José Nicolás de Azara, cuyos restos indubitados reposaban en iglesia parroquial de San Lorenzo, en la localidad oscense de Barbuñales.
Marisancho Menjón ha explicado que en “2021 se cumplieron los 200 años del fallecimiento de este ilustre paisano” y fue entonces cuando la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, “encargó una investigación al arqueólogo forense José Ignacio Lorenzo”, para confirmar si los restos localizados en la catedral de Huesca correspondían al naturalista.
La determinación de la identidad de estos restos se intentó mediante la “extracción de muestras de ADN a uno de sus descendientes actuales, Francisco Jordán de Urriés y Azara”, ha comentado Menjón, pero por la diferencia generacional, los resultados no fueron concluyentes. De manera que se recurrió a otro medio, “la obtención de una muestra de los restos de José Nicolás de Azara, su hermano mayor, que reposa en la capilla de la casa familiar en Barbuñales”, ha añadido.
CRIPTA DE LA FAMILIA LASTANOSA
En 2007, el Gobierno de Aragón y el Obispado de Huesca impulsaron la apertura de los sarcófagos de los hermanos Lastanosa, localizados en una cripta bajo la capilla de Santo Orencio y Santa Paciencia, situada en el inicio de la nave en la epístola de la catedral de Huesca.
Durante los trabajos de restauración de dicha cripta se localizó un ‘carnero’ cuyo acceso contaba con un relleno de escombros que colmataba el paso. Entre los escombros se apreciaban restos cerámicos, restos de baterías, bombillas –materiales de mediados del siglo XX– y algunos restos óseos revueltos y fragmentados.
Tras el estudio llevado a cabo sobre los restos humanos, que se encontraban muy afectados por el agua, se determinó que correspondían a tres individuos adultos y, al menos, a cuatro individuos infantiles.
Tras conocer que los restos mortales indubitados del hermano de Félix de Azara, José Nicolás de Azara, reposaban en la Iglesia de Barbuñales, se procedió a la toma de muestras que pudiesen demostrar que alguno de los individuos adultos localizados en la catedral de Huesca pudiera ser de Félix de Azara.
“Esta semana se han recibido los resultados que dicen que de los tres individuos que se encontraron en la catedral de Huesca, uno de ellos estaba relacionado con el hueso que aportó la iglesia de Barbuñales”, ha explicado el arqueólogo forense, José Ignacio Lorenzo. Por este motivo, ha confirmado que “se trata de los dos hermanos Azara”.
En cuanto a los otros dos fémures se ha confirmado que se trata de dos personas que “no tienen genéticamente nada que ver con los Azara, y que son padre e hijo”. A través del estudio documental, se ha llegado a la conclusión de que se trata de Francisco Antonio Ladrón de Zegama, descendiente de los Lastanosa, y de su hijo, Judas Tadeo Ladrón de Zegama.
A partir de este momento, lo que se pretende hacer desde el punto de vista científico, es “identificar todos los 50 restos que hay para saber exactamente cuáles corresponden a Félix de Azara”, ha aclarado Lorenzo, y, posteriormente “se propondrá a la dirección general y al obispado, que esos restos se separen y se introduzcan en la urna que se habilitó ya para el naturalista durante el restauración de la cripta de los Lastanosa en 2006”.
Asimismo, se solicitará la construcción de otra urna donde depositar los otros restos, correspondientes a la familia Lastanosa, de los Ladrón de Zegama.
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