La canaloplastia tiene un alto grado de eficacia y un nivel de seguridad superior a otras cirugías glaucomatosas
La Unidad de Glaucoma del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa ha incorporado la canaloplastia a su cartera de servicios, una nueva técnica para el tratamiento del glaucoma refractario. Desde su implantación, a finales del pasado año, los oftalmólogos Juan Ibáñez y Juana Martínez, responsables de la técnica, llevan realizados con éxito una docena de casos.
La canaloplastia es una técnica compleja pero altamente eficaz y con un bajo índice de complicaciones. Puede beneficiar a determinados pacientes con glaucoma y, de hecho, se estima que, a lo largo del 2018, de 60 a 80 afectados por glaucoma refractario puedan ser intervenidos en el Clínico con esta novedosa técnica.
Esta técnica, que constituye una alternativa válida a las técnicas convencionales, es un paso más para intentar reducir la presión intraocular a largo plazo. Al ser una técnica no perforante y mínimamente invasiva reduce los riesgos de infección y posibilita una rehabilitación mucho más rápida. Con este método se consigue una reducción de la presión intraocular de más de un 35%.
En un principio esta técnica estaría indicada en casi el 80% de los pacientes afectos de glaucoma refractario al tratamiento tópico (con colirios), ya sean de ángulo abierto, pseudoexfoliativos o pigmentarios.
Qué es el glaucoma
El termino glaucoma designa a un grupo de enfermedades que tienen en común una alteración del nervio óptico que provoca pérdida visual, y en la que el principal factor de riesgo es el aumento de la presión intraocular (PIO). Se trata de la primera causa de ceguera irreversible.
En la anatomía del globo ocular, el canal de Schlemm discurre por la parte externa del iris a lo largo de sus 360 grados. Su función es drenar el exceso de humor acuoso al torrente sanguíneo para su reabsorción. En un gran porcentaje de casos, el glaucoma suele estar causado por la obstrucción de dicho canal, produciéndose un acúmulo de humor acuoso en el interior del ojo y el consiguiente incremento de la presión intraocular.
La técnica de la canaloplastia es una nueva alternativa quirúrgica que pretende reducir la presión intraocular insertando un microcateter en toda la extensión del canal de Schlemm. A través del mismo se inyecta un material viscoelástico que permite agrandar y dilatar, tanto el canal principal como sus canales colectores.
Diferentes estudios han demostrado que esta intervención tiene un alto grado de eficacia y un nivel de seguridad superior a otras cirugías glaucomatosas, especialmente aquellas que requieren perforar el ojo y que implican mayor riesgo de hipotensión, inflamación o hemorragias.
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