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Del mudéjar al guirlache, Aragón presume de su legado andalusí

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MADRID/ZARAGOZA, 24 (EUROPA PRESS)

El stand de Aragón en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se celebra en Madrid del 22 al 26 se enero, acoge decenas de presentaciones a lo largo del evento, con el objetivo de dar a conocer los atractivos de la comunidad. Una de las más recurrentes es la que hace referencia al legado andalusí en las tres provincias, que abarca desde el mudéjar de Teruel y Zaragoza hasta la gastronomía, con productos autóctonos como el guirlache.

Como cada una de las tres jornadas destinadas al público profesional, el stand de Aragón ha comenzado su actividad con la proyección de un vídeo sobre la huella que ha dejado la cultura andalusí, conducido por la presentadora de televisión Miriam Sánchez.

El audiovisual empieza deteniéndose en el más universal de los vestigios árabes en tierras aragonesas: el palacio de la Aljafería de Zaragoza, que es el palacio musulmán situado más al norte de Europa.

Ha sido recinto fortificado, residencia real, palacio de los Reyes Católicos, sede de la Inquisición, cuartel y, en la actualidad, acoge las Cortes de Aragón.

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La Aljafería es el palacio más septentrional, pero no es el punto más al norte donde los musulmanes dejaron su huella. Uno de ellos es Alquézar, en pleno Prepirineo oscense, en las faldas de la Sierra de Guara.

De Alquézar, el vídeo viaja hasta el extremo sur de Aragón, donde más evidente es esta huella, comenzando por Albarracín, amurallada desde el siglo X al ser tierra de frontera, que en su momento fue el centro de una pequeña taifa independiente.

TERUEL, CAPITAL DEL MUDÉJAR

El rey Alfonso I ‘el Batallador’ entra en Zaragoza en el año 1118, pero no acaba aquí ni mucho menos la influencia andalusí, que se mantiene durante siglos a través del arte mudéjar, cuya expresión principal se puede encontrar en la ciudad de Teruel.

En concreto, su torre del Salvador ejemplifica a la perfección el mudéjar, con su cerámica en tonos blancos y verdes formando estrellas de ocho puntas. Este monumento acoge, además, el centro de interpretación de la arquitectura mudéjar turolense.

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Son varios los ejemplos de este estilo artístico en la capital turolense, pero el audiovisual se detiene en su Escalinata, construida entre 1920 y 1921 con el objetivo de comunicar el centro de la ciudad con la estación de ferrocarril, y que mezcla el mudéjar con el modernismo.

Como este estilo no sólo se conserva en la provincia de Teruel, la presentación ha regresado donde empezó, a la capital aragonesa, parando antes a escasos 15 kilómetros, en la localidad de Utebo, cuya Torre de los Espejos, ejemplo de mudéjar tardío, recibe este nombre por el efecto de los brillos del sol en su cerámica.

Ya en la ciudad de Zaragoza, el mudéjar también está presenta en multitud de lugares, si bien el vídeo elige dos: la iglesia de San Pablo, del siglo XIV, con su característica torre octogonal de ladrillo, y la Catedral del Salvador, más conocida como ‘la Seo’, erigida en el mismo lugar que en otros tiempos acogió un templo romano, una iglesia visigoda y una mezquita, donde llama la atención el gótico-mudéjar de uno de sus laterales.

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El legado andalusí termina, como cualquier banquete, con el postre, con la herencia gastronómica que dejó el pasado islámico en el territorio aragonés, ejemplificada en uno de los productos más tradicionales hoy en día: el guirlache, un dulce elaborado a raíz de almendras y azúcar similar al turrón.

Además, el Gobierno de Aragón ha editado un pequeño libro, firmado por el escritor y catedrático de Historia Medieval José Luis Corral, que, aparte de los lugares mencionados, incluye otros capítulos dedicados a ‘la sutileza de Huesca’, ‘el aroma del Bajo Aragón’, ‘el encanto monumental de Daroca’, ‘la dulzura del gusto de Calatayud’ y ‘el paisaje de leyendas’ entre el Moncayo y las Cinco Villas, en los que la historia se intercala con diálogos ficcionados.


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