La muestra Fotosaurios del director de cine aragonés podrá verse hasta el 14 de octubre en el Museo Juan Cabré y hasta el 9 de septiembre en el Espacio Cultural ARTS & MES
Fotosaurios de Carlos Saura se expone de forma simultánea en el Museo Juan Cabré (30 obras) y en el Espacio Cultural ARTS & MES (15 obras) en Calaceite desde hoy hasta el 14 de octubre en el primer espacio y hasta el 9 de septiembre en el segundo. La muestra incluye un total de 45 fotografías pintadas por Saura repartidas entre los dos espacios. Se trata de una cuidada selección de obras denominadas Fotosaurios por el propio Saura, entre las que se incluyen series como: Goya, Velázquez, Autoretratos, Paisajes o Mujeres. La selección de la obra ha corrido a cargo de Eulália Ramon.
La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, y el director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, asisten esta tarde a la inauguración de esta exposición.
El director de cine aragonés Carlos Saura (Huesca, 1932) ya era, mucho antes de dedicarse al cine, un excelente fotógrafo. Aunque en su labor artística se impuso el cine, nunca ha abandonado la fotografía y la costumbre de pasear con su cámara y recoger aquellas imágenes que le llaman la atención. En su taller reúne una colección de alrededor de seiscientas cámaras con las que ha realizado toda su inmensa obra.
Reconocido internacionalmente por sus películas, Saura ha compaginado su labor de director, guionista y escritor con la de fotógrafo. Debutó en la fotografía muy joven pero, a la hora de decantarse por una carrera universitaria, eligió Ingeniería Industrial. No tardó mucho en abandonar esos estudios y matricularse en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid, ciudad en la que se radicaría a partir de entonces. Tuvo su primera exposición en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid en 1951.
Durante varios años, Saura trabajó profesionalmente como reportero fotográfico cubriendo los Festivales de Música y Danza de Granada y Santander. El diario ABC publicó una de sus fotos en portada y la revista Paris-Match le llegaría a ofrecer un puesto como fotógrafo de plantilla. Uno de sus primeros trabajos fotográficos fue la serie Pueblos y gentes de España, fotografías de Madrid y los pueblos castellanos realizadas en los años 50. Este y otros trabajos de aquella época destacan por su valor testimonial y están relacionados directamente con el inicio de su trayectoria cinematográfica con la película titulada Los Golfos (Carlos Saura, 1959). Desde entonces, no ha dejado de hacer fotografías, extendiendo la temática al autorretrato, el retrato familiar y social, la fotografía de viaje y paisajística, la de gente anónima o la foto-fija de algunas de sus películas. En 2005, publicó la novela Ausencias que, en palabras del autor, es su especial homenaje al mundo de la fotografía.
En la década de los 90, evoluciona hacia la fotografía digital, y comienza a utilizar de manera más rigurosa la técnica de dibujar y pintar sobre ampliaciones fotográficas que con el tiempo ha llamado Fotosaurios, fotos pintadas por el mero placer de pintarlas y correr la aventura de ver hasta qué punto el resultado puede modificar la realidad, fusionando fotografía y pintura.
Su manera de trabajar consiste en obtener imágenes de la realidad para después pintar encima de ellas imaginativos trazos de pinturas logrando dar nueva vida a su obra, hasta el punto de que, algunas de ellas, pierden su sentido original siendo imposible reconocer a las personas retratadas protegiendo su intimidad; en otras les deja un “rastro” para que se vea que son fotografías. Son obras que nacieron casi como un juego y acabaron siendo una pasión por modificar lo ya hecho. La temática va desde retratos femeninos a paisajes de la sierra madrileña de Guadarrama, pasando por pinturas realizadas sobre fotografías de cuadros de Goya y Velázquez.
Para llevar a cabo esta conversión, Saura utiliza tintas, acuarelas, pintura acrílica y ceras de colores. El soporte habitual es papel fotográfico, papel mate, papel acuarela o cartón.
A pesar de vivir en Madrid desde hace décadas, Saura no ha perdido el vínculo con su tierra natal. Además de filmar películas sobre aragoneses ilustres, como Goya o Buñuel, ha realizado un documental sobre la jota y ha rodado Sinfonía de Aragón para la Exposición Internacional de Zaragoza en 2008.
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