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ZARAGOZA, 22 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha defendido la necesidad de respetar la “libertad” y la existencia de la “iniciativa social” en materia de educación como complemento a la que ofrece el Estado frente la proposición no de ley presentada por Sumar en la que insta al Gobierno a suprimir de manera progresiva los conciertos educativos para integrarlos en la red pública.
Argüello ha destacado la importancia que tiene que “a la hora de educar a los hijos y, aceptando todos un marco de referencia común que dan las leyes, sea posible la iniciativa social que, con unas características concretas, ofrezca un estilo determinado de educación”.
“Nosotros pensamos que eso es valioso y que una cantidad grande de la sociedad española también lo valora así. Por eso creemos que esta iniciativa de Sumar no llegará a buen puerto”, ha sostenido.
En todo caso, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha considerado que la respuesta primera “la debería de dar el actual Ministerio de Educación”. En ese sentido, ha recordado “el ahorro de millones de euros” que al Estado le supone la red concertada. “¿Cómo podrá hacerlo si lo centramos sólo desde el punto de vista económico?” se ha preguntado.
Argüello ha participado este sábado en la capital aragonesa en un encuentro organizado por la Archidiócesis de Zaragoza para trasladar y compartir las reflexiones y propuestas surgidas del reciente Congreso de Vocaciones ‘¿Para quién soy?’ organizado por la Conferencia Episcopal Española. Una reunión que se repetirá en otras diócesis y que da continuidad a la propia celebración del Congreso en el Madrid Arena.
En Zaragoza, se ha llenado el salón de actos de la Casa de la Iglesia con 370 asistentes, 70 de ellos sacerdotes, un centenar de religiosos además de 200 laicos que han compartido ideas sobre cómo debe afrontar la Iglesia católica el cambio social que lleva a contar con menos vocaciones y creyentes, cuya fe ya no viene impuesta por su mero nacimiento.
Por ello, el presidente de la Conferencia Episcopal ha llamado a “promocionar el significado del pueblo de dios y la vocación laical”, así como “promover el matrimonio” para “resituar” a la Iglesia ante la “fortísima transformación” experimentada en los últimos 60-70 años dentro del Concilio Vaticano II.
En ese contexto, Argüello plantea que “toda la vida es vocación”: El Papa Francisco me recordó que la vocación más importante a promover es la del matrimonio, que tiene que ver con la transmisión de la vida. Ahí hay una propuesta muy importante a hacer. Luego, con el resto de las realidades de la vida como vocación en la Iglesia, yo creo que el propio Camino Sinodal, que vive la Iglesia Universal, nos está pidiendo promocionar mucho lo que significa el pueblo de Dios, la vocación laical y, desde ahí, resituar todo”.
Un reseteo necesario ante la “fortísima transformación” que ha experimentado la relación de la Iglesia con la sociedad, que ha reducido el número de vocaciones y de fieles hasta un número que en todo caso estima suficiente “para seguir aportando al bien común”.
CÓMO SEGUIR CONTRIBUYENDO AL BIEN COMÚN DESDE LA IGLESIA
La realidad lleva a que la Iglesia Católica cuente con unas 22.000 parroquias, de las que miles, ha advertido Argüello, “son muy, muy pequeñitas”, por lo que se presenta la doble problemática del menor número de sacerdotes para presidir la eucaristía a la que asiste pocas personas.
“En un estudio hecho en mi diócesis, ha comentado, nosotros somos ahora bastantes menos curas que los que éramos en los años 60. Pero sin embargo, tenemos menos fieles que los de entonces porque había mucha más gente que vivía en los pueblos y no existían las urbanizaciones”.
Por ello ha pedido evitar la “mirada desenfocada” que a su juicio supone centrarse únicamente en el menguante número de vocaciones y ha pedido unirlo al resto del “pueblo de dios”, que considera “debe crecer de manera armónica”.
“Nuestro principal acento con este Congreso es decir, todos somos vocación. La vida es una respuesta a una llamada de amor, que, de una u otra forma, todos recibimos”, ha expresado.
En ese sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha advertido de que “a veces esa llamada de amor es dolorosa, viene dada por el sufrimiento de otros”. “Hace unos días en la Iglesia decíamos, todos tenemos la campaña contra el hambre, todos tienen derecho a comer, que está bien decirlo, pero el asunto es quién siente el deber de dar de comer a los que pasan hambre. Eso tiene que ver con entender la vida como vocación. Descubrir las llamadas que nos hace la realidad”, ha ejemplificado.
La nueva realidad hace que, según Argüello, “hoy el que quiere ser cristiano lo es porque quiere permanecer en la Iglesia o porque quiere incorporarse a ella si no lo estaba. Eso produce una disminución del número, pero hace que, sin duda, todavía la realidad de miembros de la Iglesia Católica en España sea lo suficientemente relevante como para que nos planteemos todas estas cuestiones que hacemos y sobre todo cómo puede contribuir la Iglesia Española, es decir, los católicos españoles, al bien común.
DESTACA LA “VITALIDAD” DEL PAPA FRANCISCO
En cuanto a la delicada salud del Papa Francisco, Argüello ha reconocido que la Iglesia española vive “con preocupación” el estado de salud del Santo Padre: “Lógicamente lo vivimos con preocupación, también con el deseo de manifestar a través de nuestra propia oración la unidad con el propio Papa y la fortaleza para que pueda superar esta dificultad de la enfermedad, teniendo en cuenta los años que, además, Francisco tiene”.
Con todo, Argüello ha destacado la “vitalidad” que posee el Papa Francisco: “Su capacidad de estar animando siempre a la Iglesia en claves parecidas a las que yo he hablado aquí esta mañana, de la responsabilidad de todos en la comunión y misión de la Iglesia, de la importancia de la participación de los laicos, de la preocupación por el sufrimiento de los pobres, de la preocupación por inmigrantes y demás”. Un “latido” que, a su juicio, Francisco le está dando a la Iglesia Católica, por lo que ha considerado “muy importante” que pueda continuar y por ello ha pedido a Dios “que le conceda la salud”.
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