HUESCA, 20 (EUROPA PRESS)
La ONG ecologista Amigos de la Tierra ha anunciado que tramitará una queja ante la Unión Europea (UE) después de que la construcción de una balsa de regulación junto al embalse de Almudévar (Huesca) haya destruido “una de las más importantes áreas de aves esteparias de la provincia”, al estar enclavada en una de las zonas críticas reconocidas por el Gobierno de Aragón.
Según la entidad ecologista, la balsa, actualmente en construcción, ocupa 6,5 hectáreas en un área de reproducción de ortega, carraca, cernícalo, primilla y sisón –esta última catalogada en peligro de extinción–, a lo que habrá que sumar las obras para la tubería de conexión, que también discurre íntegramente por el área crítica.
Amigos de la Tierra ha considerado “una osadía” ubicar esta obra, que está ejecutando el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en una “zona crítica”, así como la falta de una prospección previa rigurosa del territorio, lo que ha conllevado “la destrucción directa” de las áreas de reproducción de estas especies.
En sus palabras, la “negligencia” del MAPA ha contado con la “poca diligencia” del Gobierno de Aragón, que es el que ha permitido el comienzo de las obras.
La entidad ha calificado como “especialmente graves” las afecciones al sisón, que está “en drástico declive” en Huesca al no realizarse ningún tipo de gestión de sus áreas de cría y campeo. Esta especie está a punto de extinguirse en el Alto Aragón por la transformación de los secanos en regadíos, los tendidos eléctricos y el uso de plaguicidas.
Han criticado también que, pese a las denuncias solicitando reevaluar el proyecto, sólo han recibido contestación del Servicio Provincial, que no ha mostrado “preocupación alguna por los daños causados” ni por la situación de esta especie, y se han limitado a informar de que la han remitido a la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación.
Por todo ello, ante la “inacción” del Ministerio y del Gobierno autonómico, y dado que la obra se realiza con fondos europeos que exigen que su uso no cause “perjuicio significativo” al medio ambiente, la asociación ecologista ha iniciado los trámites para trasladar esta “negligencia” y “poca diligencia” a las instituciones comunitarias.
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