Este equipo, procedente de la donación de la Fundación Amancio Ortega, va a dar respuesta terapéutica a unas 500 personas al año
El Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada) cuenta con un nuevo acelerador lineal (ALE) de las más avanzadas prestaciones para ofrecer la mejor respuesta terapéutica en el abordaje del cáncer. Este equipo, donado por la Fundación Amancio Ortega, se ubica en el área de Oncología Radioterápica y sustituye a otro acelerador más antiguo. Con su puesta en marcha se podrán beneficiar unos 500 pacientes al año con diferentes tipos de tumores.
En principio, el tratamiento se inicia para las patologías tumorales más frecuentes, como son el cáncer de mama y de próstata, pero la previsión es ampliarla cuanto antes a todo tipo de tumores y aplicar las técnicas radioterápicas más complejas.
El equipo está dotado con tecnología de última generación y, según ha señalado el responsable de la unidad de Oncología Radioterápica del hospital granadino, José Expósito, “mejora la distribución de los tratamientos y la tolerancia de los tejidos sanos”.
Asimismo, el sistema de imagen que incorpora este ALE permite verificar casi con calidad diagnóstica los volúmenes de irradiación. La mesa en la que se posiciona al paciente también aporta mejoras, ya que se reposiciona automáticamente desde el exterior en todas las direcciones del espacio (en vertical, en horizontal y en leve inclinación para corregir errores de giro).
Junto a este acelerador lineal, la unidad de Oncología Radioterápica del hospital granadino cuenta con otro más que será sustituido por uno nuevo, fruto también del convenio con la Fundación Amancio Ortega.
El acelerador que ha entrado en funcionamiento, ha requerido una serie de actuaciones previas a su puesta en marcha tales como las obras para adaptar espacios y verificar la seguridad mediante el blindaje de la instalación. Todo ello, desde una planificación rigurosa por parte de profesionales de Oncología y Radiofísica, acreditada por el Consejo de Seguridad Nuclear.
Este equipo es uno de los doce incorporados hasta el momento a la sanidad pública andaluza gracias al convenio suscrito con la Fundación Amancio Ortega el cual permite renovar y ampliar el parque tecnológico para el tratamiento del cáncer con la tecnología más avanzada del momento, convirtiendo a la comunidad andaluza en un referente en Europa.
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