SEVILLA, 11 (EUROPA PRESS)
El consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, ha defendido este martes que el Rectorado de la Universidad de Sevilla (US), “en el ámbito de su autonomía, puede requerir a las fuerzas de seguridad para evitar situaciones que no son deseables, como es la ocupación de espacios públicos que interrumpen la vida cotidiana y el buen desarrollo de la actividad académica o de gestión”.
Así lo ha sostenido Gómez Villamandos en una atención a medios en Sevilla con motivo de la inauguración del Espacio Compra Pública de Innovación en Salud después de que el rector de la US, Miguel Ángel Castro, haya defendido en un comunicado la actuación de la Policía Nacional para desalojar a los estudiantes encerrados en el Decanato de la Facultad de Filología, en la Fábrica de Tabacos, así como el desmantelamiento de la acampada instalada en el exterior del recinto para reclamar el cese de la ofensiva del Ejército de Israel en la Franja de Gaza.
El consejero de Universidad ha señalado que “tan respetable son los que se manifiestan como los que no lo hacen”, y ha defendido la necesidad de una “convivencia” entre las partes. Sobre los términos del desalojo ha señalado que “desconozco los detalles”, pero sí ha puntualizado que los estudiantes que ocuparon Filología era un “pequeño número” sobre el que “habría que ver cuántos de ellos tienen el carné de estudiantes de la US”.
En un comunicado emitido horas después de la actuación policial, acometida a instancias del propio rector al filo de la madrugada de este pasado lunes, el máximo responsable de la Hispalense ha expuesto que los promotores de esta acampada, que habían ocupado el Decanato de la Facultad de Filología para aumentar su “presión” sobre los responsables de la institución, en demanda de una ruptura absoluta de toda relación con Israel y de que Castro usase la palabra “genocidio”, entre otros aspectos; “han limitado el libre movimiento y desarrollo de las actividades” académicas de la institución, así como han “deteriorado progresivamente” los espacios del Rectorado.
“Por parte de la Universidad se han intentado vías de negociación y de comunicación con los ocupantes, pero todos los intentos de reconducir su inaceptable actitud han sido infructuosos, sin que haya podido apreciarse voluntad alguna de diálogo por parte de los miembros de ese colectivo que incluso en reiteradas ocasiones ha rechazado identificarse ante los representantes de la Universidad”, explica el rector.
Estas personas, que a la hora de ocupar el Decanato de Filología protagonizaban un incidente previo al invadir la cocina de la cafetería del recinto, han ido según el rector “incrementando su hostilidad y agresividad en las últimas fechas, creciendo la indignación de la comunidad universitaria y aumentando las dificultades para el desarrollo de las actividades académicas en este momento del curso académico de singular importancia y trascendencia para el estudiantado”.
En ese sentido, el rector califica de “asalto” la ocupación del Decanato de la Facultad de Filología por parte de estas personas, que de su lado han acusado a los guardias de seguridad del Rectorado y a los agentes de la Policía Nacional desplazados para identificarles de haberles “agredido”. “Han ocupado las dependencias montando barricadas con diverso material del mobiliario y han agredido a una persona contratada en nuestra institución”, asegura el rector, mientras estas personas negaban este pasado lunes que hubiesen dañado a la persona que en el momento de la ocupación estaba trabajando en las instalaciones del Decanato de Filología o que hubiesen insultado al personal de la plantilla de la cafetería.
“La gravedad de los acontecimientos, el preocupante avance de la hostilidad y la responsabilidad ineludible de mantener el desarrollo de las actividades académicas programadas, así como la de defender los derechos de nuestra plantilla y el patrimonio público”, según el rector, le llevaron a solicitar a la Policía Nacional el desalojo de quienes habían “invadido espacios reservados donde desarrollan su actividad servidores públicos y cargos académicos” el “desmantelamiento de la acampada establecida en el jardín ubicado en la lonja de este edificio, el cual tiene la catalogación de bien de interés cultural especialmente protegido”.
Una vez consumado dicho desalojo y desmantelamiento, el rector ha pedido “disculpas a toda la comunidad universitaria que ha resistido con educación académica y con lealtad institucional toda esta situación”. “En nuestra Universidad, nadie es más que nadie. Y en nuestra Universidad cada uno tiene la responsabilidad democrática que nos hemos otorgado en nuestro sistema de autogobierno. No permitiremos que nadie vulnere eso. Son nuestros principios, para estudiantes, para personal técnico, de gestión y de administración y servicios y para docentes. Nunca permitiremos que individuos aislados marquen nuestro rumbo”, destaca el rector.
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