SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
La Audiencia de Sevilla ha condenado a un varón a cinco años y un día de prisión, por un delito de abusos sexuales a menor de 16 años con prevalimiento cometido sobre la nieta de su pareja sentimental en la vivienda de la misma, hechos que la niña reveló en el colegio en el que cursaba sus estudios.
En esta sentencia, recogida por Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla declara probado que “en fecha no determinada del mes de enero de 2019, al mes aproximadamente de haber iniciado su relación con la abuela de la niña, el acusado comenzó a realizar sobre la menor actos de contenido sexual para satisfacer sus instintos libidinosos, que se prolongaron durante los períodos en el que el acusado habitaba la casa de la abuela, en un municipio sevillano, y que terminaron sobre el mes de octubre de ese año, cuando la menor, agobiada por lo que le pasaba, empezó a poner excusas para no acudir a la vivienda”.
“De esta manera, en fechas tampoco concretadas, entre esos meses de enero y octubre de 2019, cuando la niña iba casa de la abuela a comer, aprovechando los momentos en los que los dos quedaban a solas en el sofá del salón a espaldas de la abuela mientras esta permanecía en la cocina contigua fregando los platos y limpiando, en lo que solía invertir una media hora, el acusado se sentó a su lado y, metiendo la mano por debajo de la manta que solían usar en invierno, le tocó sus partes genitales por encima del pantalón, si bien en otra le metió la mano por dentro tocándole sus genitales e intentando introducir en su vagina un dedo aunque no llegó a hacerlo porque la niña reaccionó apretando sus piernas”, detalla el relato de hechos probados.
En otras ocasiones, según la sentencia, “el acusado cogía una de las manos de la menor y se la llevaba a su pene, masturbándose o logrando que la niña le masturbaba directamente, normalmente con eyaculación”; toda vez que “los hechos sucedían usualmente en el salón, bajo la manta usada en invierno”.
LA VÍCTIMA INTENTABA ELUDIRLE
La sentencia condenatoria agrega que “en verano, la niña se metía en el cuarto de la abuela o en otro cuarto para eludir al acusado con la excusa de que había mejor temperatura, y en una de esas ocasiones cuando estaba sola en uno de los dormitorios, el acusado entró y diciéndole ‘mira lo que tengo’, se bajó los pantalones mostrándole su pene”.
Según el tribunal, “el acusado se aprovechaba de la relación de proximidad creada por su convivencia con la abuela de la víctima y, para que la niña no contara lo que sucedía, le decía que haría daño a su abuela o que su hermano podría ir a la cárcel porque si se enteraba iría a pegarle a él”.
“Abrumada por su situación, la menor, lejos de ir a casa de su abuela, sufriendo cambios en su carácter y actitud escolar en el instituto al que acudía en primer año; cambios que fueron percibidos por su tutora en una de clase celebrada en el mes de enero de 2020”.
LA MENOR DESVELÓ LOS HECHOS
“Percatándose la profesora y tutora de su actitud tras mucho esfuerzo logró que la niña le contara lo que le pasaba, animada también por un amigo y compañero de pupitre al que, al igual que a otra amiga y a una prima, había narrado con anterioridad los hechos La tutora habló con la coordinadora del centro escolar y al día siguiente, se activó el protocolo para este tipo de casos, informándose a la madre de la niña”, concluye el relato de hechos probados.
Dado el caso, la Sección Séptima de la Audiencia condena al inculpado a cinco años y un día de prisión por un delito de abusos sexuales a menor de 16 años con prevalimiento, así como a siete años de prohibición de ácercarse a la víctima o comunicarse con ella, cinco años de libertad vigilada tras la pena de cárcel y una indemnización de 10.000 euros en favor de la víctima.
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