CORIA DEL RÍO (SEVILLA), 23 (EUROPA PRESS)
El colectivo de vecinos afectados por los episodios de contaminación y hedor que desde hace años sufre la barriada Guadalquivir de Coria del Río (Sevilla), fruto de un vertido de hidrocarburos de la gasolinera de Zamarrilla Inversiones S.L. enclavada en dicha zona, ha solicitado una prórroga respecto a las actuaciones tramitadas por el Juzgado número tres de dicho municipio, que investiga un presunto delito contra el medio ambiente y los recursos naturales con afección grave a la salud de las personas.
Según han informado a Europa Press fuentes del caso, tanto la acusación particular que ejercen los afectados, como la Fiscalía, solicitaron al Juzgado mixto número tres de Coria una prórroga de la fase de instrucción, si bien la juez denegó dicha petición, a través de un auto que el colectivo de vecinos ha recurrido ante la Audiencia de Sevilla, mientras el Ministerio Público habría interpuesto de su lado un recurso de reforma ante el juzgado, subsidiario de apelación ante la Audiencia.
Entre las personas llamadas a declarar en calidad de investigados en esta causa judicial figuran entre otros los administradores y el gerente de la gasolinera; los responsables de la sociedad Talleres Carbonell, Luis e Ignacio P.G.; el alcalde de Coria, Modesto González (Andalucía por Sí); el secretario general del Ayuntamiento de Coria, Jesús Antonio R.O., el técnico de la Administración General del Consistorio Rafael N.M. o Alejo V.P., director de la sociedad TUV SUD Atisae cuando en marzo de 2018 fue acometida una inspección de oficio en la gasolinera indagada.
EL ORIGEN DE LAS “FUGAS”
Recordemos que cuando el pasado 16 de octubre de 2020 prestaron declaración como investigados los administradores y el gerente de la gasolinera, los mismos habrían negado que la instalación, gestionada por Zamarrilla Inversiones S.L., sufriese “fugas” en sus depósitos de combustible o cualquier “vertido” de sustancias contaminantes, alegando que en 2019 fue implantado en el recinto un sistema de prevención de filtraciones desde los depósitos al subsuelo. Además, habrían expuesto que el recinto cuenta con una “barrera hidráulica”.
Así, estos tres investigados habrían negado ante el juzgado que los episodios de contaminación y hedores investigados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a instancias de la Fiscalía, a raíz de la denuncia interpuesta por residentes de la barriada Guadalquivir, deriven de la actividad de la gasolinera, aludiendo a una “contaminación histórica” en la zona, cuyo origen estaría pendiente de esclarecer aún, según su tesis.
En las actuaciones realizadas, en cualquier caso, se ha detectado, tras mediciones realizadas en el interior de varios domicilios de la citada barriada, la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV) derivados de hidrocarburos, así como Sulfato de Dimetilo, muy tóxico por inhalación, según la Guardia Civil. Los agentes del Seprona detectaron igualmente, en las proximidades de la gasolinera intervenida la presencia de un vertido de hidrocarburos.
ESCAPES O VERTIDOS
Según los técnicos, como consecuencia de los escapes o vertidos contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina, gasoil y aceites minerales, se ha producido un daño sustancial a la calidad del suelo en el entorno de la gasolinera.
Dicha contaminación “ha dado lugar a un daño sustancial a la calidad de las aguas subterráneas y, por los flujos de descarga de los acuíferos y su cercanía al cauce, se produce una situación de grave perjuicio para el sistema natural del estuario del Guadalquivir, así como un riesgo importante de grave perjuicio a la salud de las personas” de la zona.
Para confirmar tal extremo, la Guardia Civil inspeccionó la gasolinera junto con inspectores del Servicio de Industria y Energía de la Junta de Andalucía, tanto física como documentalmente, comprobándose que existían anomalías en forma de fuga en el depósito de gasolina SP/95, según el Instituto Armado.
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