El instructor de la operación destaca la alta “profesionalidad” de la organización criminal y sus fuertes “medidas de seguridad”
SEVILLA, 21 (EUROPA PRESS)
La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha celebrado este jueves la segunda sesión del juicio promovido contra once personas, entre ellas dos agentes de la Policía Nacional, un guardia civil y un escolta privado del Ministerio de Interior; por un alijo de casi 368 kilos de cocaína intervenido en septiembre de 2022 en los bajos de un contenedor de fruta que había sido depositado por la organización en una nave de Carrión de los Céspedes.
En esta segunda sesión de la vista, tras una inicial destinada a las cuestiones previas y las comparecencias de los inculpados, han testificado por videoconferencia diferentes agentes que participaron en la operación policial saldada con el desmantelamiento de esta red, comenzando por el policía nacional encargado de instruir las diligencias de dicha operación, quien ha revelado que cuando fue “verificada” la participación de “policías corruptos” en esta trama, tal extremo fue comunicado a las correspondientes unidades de Asuntos Internos, que previamente ya contaban con “información previa” sobre las posibles conexiones entre los dos agentes de la Policía Nacional y el guardia civil juzgados en este caso.
A preguntas del fiscal, este agente instructor de la operación ha ido desgranando pormenorizadamente los detalles de la actuación policial, toda vez que según la Fiscalía, el mencionado contenedor, cargado con piñas pero además con la citada cantidad de cocaína oculta en su fondo, fue recogido el 14 de septiembre de 2022 en el Puerto de Málaga por uno de los acusados, a los mandos de un camión marca Iveco, con el cual este contenedor fue transportado, recalando en una nave del polígono La Isla de Dos Hermanas, bajo la vigilancia de otros tres inculpados, –dos de ellos policías nacionales y un escolta privado del Ministerio de Interior–, que circulaban en un Audi A6.
Al día siguiente, la organización habría enganchado el remolque con el mencionado contenedor a otro camión diferente, que habría partido conducido por otro más de los acusados, de nuevo bajo la vigilancia de tres de los mismos que viajaban en un turismo modelo Audi A6.
LA DESCARGA DE LA DROGA EN LA NAVE DE CARRIÓN
Este otro camión habría recalado en una nave del polígono Novopark de Carrión de los Céspedes alquilada por otro más de los acusados, quien “facilitó el inmueble para la descarga de la droga”. En el interior de la nave, ya descargado el contenedor, otros cuatro de los acusados, incluido un guardia civil según ha relatado el agente, estaban dispuestos para la manipulación del mismo al objeto de extraer la droga, mientras el citado vehículo Audi A6 seguía realizando labores de vigilancia en el exterior, con tres de los encartados a bordo.
Fue en ese momento cuando el dispositivo policial se saldó con el arresto de los tres acusados que ejercían labores de vigilancia y los cuatro inculpados que se habían hecho cargo del contenedor con la droga, según el Ministerio Público y ha corroborado el agente instructor de la operación.
CASI 368 KILOS DE COCAÍNA
El contenedor, según este agente y la Fiscalía, que pide ocho años de prisión y multa de 45 millones de euros para cada uno de los acusados; contenía 365 paquetes cuyo peso conjunto arrojó 367,8 kilogramos de cocaína de una pureza base del 79 por ciento, cuyo precio en el mercado ilícito habría alcanzado los 37,9 millones al por menor.
Figura en el escrito de acusación un último acusado responsable de la “coordinación” de parte de la operación y del reclutamiento de algunos de los encausados para la realización de la misma.
UNA ORGANIZACIÓN MUY “PROFESIONAL”
En ese sentido, este agente instructor de la operación ha destacado el alto grado de “profesionalidad” demostrada por los miembros de la organización desmantelada, así como sus fuertes “medidas de seguridad”, con los dos policías nacionales y el escolta en una intensa “actitud vigilante”, hasta tal extremo que los agentes que seguían los movimientos del grupo se sintieron a su vez “vigilados” por estos tres inculpados.
Y especialmente, este agente ha narrado que cuando por sorpresa, al desplegar la operación de desarticulación del grupo criminal, fue descubierto que en el mismo figuraban supuestos “policías corruptos”, en concreto dos policías nacionales y un guardia civil; tal extremo fue comunicado por protocolo a las correspondientes unidades policiales de Asuntos Internos.
Fue mediante dicha comunicación, según ha relatado, como los responsables de la operación supieron que las unidades de Asuntos Internos ya contaban con “información previa” sobre los citados dos policías nacionales y un guardia civil, de cuya relación y actuaciones ya sospechaban.
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