
El enclave, en plena cornisa aljarafeña, cuenta con un “gran potencial” como espacio “comprensible” para el gran público
SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
Este próximo lunes 31 de marzo se cumplen tres años ya de la firma oficial del protocolo de cesión gratuita a la Junta de Andalucía de los terrenos del cerro del Carambolo, en Camas (Sevilla), que albergan el yacimiento arqueológico donde en 1958 fue descubierto el famoso tesoro homónimo, icono de la protohistoria en Andalucía y de la investigación de la cultura tartesia; con el reto de la puesta en valor de este emblemático espacio como activo cultural y divulgativo.
Fue hasta abril de 2016, y a petición del Ayuntamiento de Camas, cuando la Junta de Andalucía declaró finalmente como bien de interés cultural (BIC) una zona de 29.450 metros cuadrados del cerro de El Carambolo que incluye el yacimiento en cuestión, bajo la premisa de que se trata de un enclave “fundamental para el conocimiento de las primeras culturas asentadas en el Bajo Guadalquivir y en el suroeste de la Península Ibérica”, según el decreto aprobado entonces y recogido por Europa Press.
No en vano, la cronología de este enclave arranca en la Edad del Cobre y abarca el periodo tardío de la Edad del Bronce y la Protohistoria, destacando en el mismo los restos de un antiguo santuario fenicio, al que estaría conectado el famoso tesoro de El Carambolo.
LA CESIÓN DEL YACIMIENTO
Ya el 31 de marzo de 2022, el Gobierno andaluz, de la mano de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, firmaba un protocolo con el Grupo Gabriel Rojas, propietario de la cima del cerro de El Carambolo, para la “cesión gratuita” de los terrenos a la Administración andaluza. En julio de 2023, finalmente, la Junta de Andalucía formalizaba la recepción de los suelos una vez culminados todos los trámites.
Dicha empresa había comprado los terrenos en el año 2000 para levantar un hotel incluyendo la integración urbanística de los vestigios arqueológicos, entre los que destacan los citados restos de un antiguo santuario fenicio; pero tal iniciativa quedó truncada por las restricciones finalmente impuestas desde la Consejería de Cultura al mencionado proyecto hotelero.
Así las cosas, el yacimiento sigue oculto y protegido bajo el sellado de hormigón instalado tras las últimas intervenciones arqueológicas asociadas al frustrado proyecto de hotel.
En enero de 2024, una vez culminado el expediente de cesión gratuita de la propiedad de los terrenos por parte del empresario Gabriel Rojas, otorgando a la comunidad autónoma la titularidad del enclave, fueron celebradas unas jornadas técnicas en torno a las propuestas de futuro para la zona arqueológica.
Las sesiones contaron con intervenciones de Araceli Rodríguez y Álvaro Fernández, arqueólogos autores de las últimas intervenciones en el yacimiento; Francisco J. García, catedrático de Arqueología y director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla; Eduardo Ferrer, catedrático de Arqueología del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la US; Fernando Amores, profesor titular del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Hispalense; José Luis Escacena, catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la US, y Eduardo Mosquera, catedrático del Departamento de Historia de la Arquitectura y coordinador del MARPH.
HABLA LA COMUNIDAD CIENTÍFICA
También participaron José Manuel Rodríguez, inspector de la actividad arqueológica de El Carambolo; Francisco J. Reina, arquitecto y profesor colaborador de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla; Francisco Borja, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Huelva; y Jesús Serrano, restaurador de la empresa Gares S.L.; así como representantes de la Asociación de Vecinos El Carambolo, de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte, del Servicio de Protección del Patrimonio Histórico de la Consejería, del Ayuntamiento de Camas y del Servicio de Conjuntos Arqueológicos y Monumentales de la Consejería de Cultura.
Sobre las conclusiones de tales jornadas, el catedrático José Luis Escacena explicaba que había sido alcanzado una suerte de “consenso” respecto a “un modelo de intervención con poco impacto, que incluya participación ciudadana y sin un centro de interpretación que oculte el yacimiento o le reste personalidad”.
En ese sentido, precisaba que se había llegado a un acuerdo respecto al planteamiento de que el enclave debe contar con un museo o “centro de visitantes para adaptarlo” al público, si bien la futura construcción debería ser “de mínimo impacto sobre el sitio”, marcado además por valores naturales y paisajísticos.
“GRAN POTENCIAL” PARA SU MUESTRA AL GRAN PÚBLICO
Años atrás, el arqueólogo Álvaro Fernández Flores, quien junto a Araceli Rodríguez Azogue estuvo al frente de las excavaciones acometidas durante la primera década del presente siglo en el cerro de El Carambolo, manifestaba a Europa Press que estos vestigios gozan de un “gran potencial” para su “puesta en valor” como un espacio “comprensible” para el gran público, sobre todo en el caso de las ruinas “más antiguas”.
“Gracias a su excepcional estado de conservación, hay soluciones fáciles para hacer comprensibles los vestigios”, aseguraba este arqueólogo avisando además de que en este enclave todavía “queda mucho por investigar” en el plano científico.
Ya en el otoño de 2024, recordémoslo, la Consejería de Cultura contrataba a la empresa especializada TCA Cartografía y Geomática, para la realización de “trabajos de levantamiento topográfico y fotogramétrico con deslinde de parcela” del yacimiento, que desde su incorporación a lo público habría sido objeto de tareas de limpieza mejorando su estado, si bien sigue salpicado de no pocos residuos domésticos.
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