LA RINCONADA (SEVILLA), 5 (EUROPA PRESS)
Estación de las Letras ha celebrado una nueva edición de Espacio Violeta cuyo objetivo es dar a conocer a autoras con un pensamiento y una manera de comunicar claramente feminista, sensibles a todas las cuestiones que atraviesan a las mujeres, independientemente del origen, clase social, ocupación laboral o edad. Este año, las escritoras que han visitado la Feria del Libro de La Rinconada han sido la actual Premio Tusquets, Silvia Hidalgo, con su novela ‘Nada que decir’, e Iris Borda y los 13 poemas que componen su libro ‘Los puntos sobre las íes’, ilustrado por Inés Bocanegra.
La Sala Maga del Centro Cultural de La Villa ha acogido este encuentro literario que ha contado con la delegada de Igualdad, Noelia Ramírez, que ha dado la bienvenida a las autoras y ha explicado que “nuestra intención en abrir un espacio donde disfrutar de la pasión por la literatura, con la rebeldía propia de quienes están dispuestas a cambiar mandatos de género”, según ha recogido el Consistorio de La Rinconada en una nota de prensa
La tertulia ha estado dirigida por la periodista Pepa Violeta que ha referido que “este año hablamos de catarsis como una manera de desembocar a través de las emociones en la literatura”. La presentadora ha presentado a ambas autoras. De Iris Borda ha mencionado que, tal y como la propia poeta ha expresado en ocasiones, de pequeña confundía realidad y ficción. “No sabía dónde empezaba mi vida y dónde empezaban los libros, la fantasía. Ahora me esfuerzo muchísimo por seguir confundiendo realidad y ficción. Al fin y al cabo, lo que vivimos al leer un libro también es de verdad”, ha apuntado la autora.
Es una conocida activista feminista bajo su seudónimo Lola Lúpez. Divulgadora, escritora y profesora de escritura, algunos de sus libros publicados son ‘Seis brujas’, ‘Cartas a los hombres que amé’ y ‘Los puntos sobre las íes’. Este último es un poemario ilustrado que traza una línea por distintas experiencias de las mujeres, a modo de manual de supervivencia al que aferrarse. Partiendo de su vida, pero tratando temas extrapolables, la obra trata temas de profundidad emocional, social y política, poniendo sobre la mesa qué implica ser mujer en el mundo actual.
Con respecto a Silvia Hidalgo, es autora de las novelas ‘Dejarse flequillo’, ‘Yo, mentira’ que presentó en Estación de las Letras 2022. Ahora llega con ‘Nada que decir’, que obtuvo el Premio Tusquets Editores de Novela 2023. Con escenas turbadoras, emociones inconfesables y una escritura tersa y brillante, ‘Nada que decir’ es el retrato psicológico de una mujer enfrentada a sus contradicciones y a la vorágine de la vida moderna; una historia veraz y lacerante sobre la vivencia del deseo y la pasión, sobre cómo se sobrepone a la crisis de los cuarenta, la ansiedad por el éxito social, el desencanto del hogar, la atracción por lo prohibido.
MANUALES DE SUPERVIVENCIAS
Ante la pregunta de Pepa Violeta a las escritoras si sus trabajos son manuales de supervivencias, Iris Borda ha respondido que se puede considerar así porque “leernos y reconocernos es muy sanador. El poemario es una trayectoria compartida de cosas que nos ocurren a las mujeres por el hecho de serlo, de supervivencia, de reflexión. Empujes pequeños de supervivencia o mejor de vivencias que todas compartimos”.
Silvia Hidalgo ha señalado que “escribir y la ficción me ha salvado de mi vida, de mi destino. Naces en un entorno en que tus opciones son más bien limitadas y tus referentes femeninos han tenido pocas oportunidades. La ficción me abrió los ojos, nuevos horizontes de que había vida más allá, de que se podía ser otro tipo de mujer”. En su novela ‘Nada que decir’ la protagonista “lo pasa mal sin que tenga una gran tragedia, pero escribimos porque no tenemos las respuestas, porque te sientes acompañada y descubres que no eres la única que has caído en las trampas del esfuerzo, de la eterna juventud, de la maternidad perfecta”.
SESGO DE LA LITERATURA ESCRITA POR Y PARA MUJERES
Otra de las cuestiones abordadas ha sido si existe un marcado sesgo de la literatura escrita por mujeres y para mujeres. La autora de ‘Yo, mentira’ ha referido que lo ha sentido mucho más con su último trabajo al ganar el Premio Tusquets. “Salieron numerosos críticos literarios que querían sentarme en ‘la mesa de los niños’, pero no me ha afectado. Hay un sesgo con respecto a la literatura escrita por mujeres y pocos hombres se acercan a ella”.
Borda por su parte ha afirmado que “hay una barrera en el momento del reconocimiento y la visibilidad”. La práctica literaria como espacios de liberación terrenal Silvia Hidalgo ha subrayado que “la literatura te da alas”, a lo que Iris Borda ha añadido que “cuando escribo me siento que otro mundo es posible, no se trata del concepto huir, sino de que me permite un cambio en mí y en mi imaginario. Escribir es un diálogo con otras autoras y lectoras”.
MITO DEL AMOR ROMÁNTICO
En ‘Nada que decir’ la protagonista, separada, madre, trabajadora, empieza una relación tóxica. “El paradigma de las relaciones ha cambiado, ya no es como era hace, por ejemplo, diez años y eso afecta a mi protagonista”. Hidalgo ha referido que “hemos aprendido mucho en el plano intelectual, pero no así en el plano sentimental que hemos mamado y heredado.
Nos juzgamos todo el tiempo, no hay paz, aunque es cierto que lo intelectual va calando, pero es un trabajo tan cansado. Mi protagonista llama a su amante el ‘hombre-tumor’, porque se pregunta ¿por dónde corto? Es complicado ser una mujer consciente, siempre hay un juego de malabares”. La autora de ‘Seis brujas’ ha declarado que “en esto que llamamos amor romántico hay mitos muy marcados que nos pesan. Debemos tener una casa, un perro, hijos cuando hay amor las relaciones son fáciles lo venden como ficción. Es un enemigo que mantiene unos roles que tenemos que romper”.
El deseo Para finalizar han hablado sobre el deseo femenino. Para Hidalgo “nos ha confundido mucho el romanticismo con el apasionamiento y el deseo. La dama del amor romántico es ser objeto de deseo, no sujeto, y esa idea se nos ha solapado. Cuando te has criado viendo estas ideas juntas es complicado superarlas. Nunca hemos sido dueñas de nuestro deseo. Lorca lo decía muy fácil: Que yo no tengo la culpa, que la culpa es de la tierra”. Borda ha apelado a no “deshumanizar el deseo, porque la deshumanización de los cuerpos está relacionada con el porno. Hay que buscar un equilibrio, que es complicado”.
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