SEVILLA, 9 (EUROPA PRESS)
El Rotary Club Sevilla Corporate ha celebrado una cata sobre ‘Los vinos de nuestra vida’ de la mano del director del grupo Don Raimundo y miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo, Carlos Montero, quien ha realizado un recorrido por su trayectoria personal y profesional en compañía de los miembros rotarios.
Con motivo de dar inicio al evento, Carlos Montero ha cuestionado “a qué saben los vinos de nuestra vida, aquellos que atesoran nuestros mejores momentos vitales”, para posteriormente ofrecer una cata de vinos sanluqueños en la que ha tratado diversas experiencias.
Así, el presidente del Rotary Club Sevilla Corporate, el penalista Luis Romero, ha sido el encargado de presentar al conferenciante y de resaltar “la importancia cultural del vino y su fuerza como uno de los elementos clave de nuestra economía”.
Por su parte, Carlos Montero ha explicado el sentido del recorrido por ‘Los vinos de nuestra vida’, donde ha resaltado “la calidad y la importancia” que juega La Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda como “pieza clave” de los caldos andaluces.
En este sentido, Montero ha guiado el evento de forma que ha pasado del “nivel teórico” y de las recomendaciones para “apreciar cada sorbito” de lo que contenían las copas al nivel práctico, al tiempo que ha ido desvelando las claves de cada vino.
Los participantes en la cata han podido degustar “destacados caldos” en un recorrido en el que han empezado por La Gitana, de Bodegas Hidalgo, con seis años de crianza media en barrica. A esta le ha seguido una copa de Gabriela Oro, de Bodegas Barrero, con diez años de crianza, para pasar, a continuación, por el vino Sacristía AB, de Antonio Barbadillo, con una década de crianza media en barrica.
El penúltimo elegido fue La Kika, de Bodegas Yuste, con once años de crianza media, y el colofón ha sido un “auténtico regalo” para los asistentes, que ha consistido en un vino centenario que había embotellado su padre, Pepe Montero, gran aficionado también a los buenos vinos.
“Una fiesta para el paladar que emocionó a los rotarios sólo con saber que se trataba de un caldo que llevaba más de cien años en barrica y que fue embotellado por la persona que había trasmitido al ponente su pasión por los vinos”, han señalado desde el Rotary Club Sevilla.
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