SEVILLA, 24 (EUROPA PRESS)
Podemos Sevilla ha celebrado este lunes el requerimiento estatal que insta a la hermandad de la Macarena a retirar de su basílica la tumba del general golpista Gonzalo Queipo de Llano, dados los fusilamientos perpetrados bajo su mando tras el golpe de estado de 1936 y la incidencia de la nueva reforma de la Ley estatal de Memoria Democrática promovida por el Ejecutivo central del PSOE y Unidas Podemos.
En un comunicado, la portavoz de Podemos en Sevilla, Susana Hornillo, ha valorado la carta remitida por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática a la hermandad de la Macarena, requiriendo la exhumación y posterior traslado de los restos de Gonzalo Queipo de Llano y Sierra y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina del templo de la entidad.
Y es que el artículo 38.3 de la nueva Ley de Memoria Democrática estipula que “los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realización de actos públicos de exaltación, enaltecimiento o conmemoración de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra o la Dictadura”.
LA NUEVA LEY
Es más, el artículo 35.5 señala directamente que “cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado o religioso, pero con proyección a un espacio o uso público, las personas o instituciones titulares o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”.
La citada carta estatal ha sido emitida después de que el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, manifestase ante la reforma de la Ley estatal de Memoria Democrática que su entidad estaba “esperando que le digan qué tiene que hacer”; considerando que la entidad no debe tomar una “decisión” propia al estar sus hermanos “divididos” sobre el asunto y urgiendo al Gobierno a “arbitrar” un decreto para resolver la situación.
Ante ello, la portavoz de Podemos en Sevilla espera que la hermandad cumpla el requerimiento estatal antes de que concluya 2022 para desterrar la “obscena exhibición con honores de la tumba de un genocida en un emplazamiento tan popular y querido”.
URGENCIA “AMPLIAMENTE JUSTIFICADA”
Para Hornillo, la urgencia está “ampliamente justificada” ya que la basílica de la Macarena no es sólo un lugar de acceso público y de culto, sino además “un lugar de encuentro para miles de personas, entre ellas familiares de víctimas asesinadas y torturadas bajo las órdenes del sanguinario Queipo de Llano”.
Además, ha defendido la participación de Podemos y de los colectivos memorialistas en la reforma de la Ley de Memoria Democrática, como algo “fundamental para que las peticiones de verdad, justicia y reparación no caigan en el olvido”.
Sobre el asunto, recordémoslo, pesa el acuerdo plenario aprobado por el Ayuntamiento de Sevilla en julio de 2016, con la abstención de Cs y el voto contrario del PP, reclamando precisamente que el templo de la hermandad de la Macarena deje de acoger dicha tumba, dado el papel del citado militar en los fusilamientos perpetrados en la ciudad tras el golpe de Estado de 1936.
Merced a dicho acuerdo plenario, el Consistorio avisaba a la hermandad de la Macarena y a la Archidiócesis de Sevilla sobre el contenido de las leyes estatal y autonómica de memoria histórica y las obligaciones que de ellas derivan para los particulares y organizaciones privadas.
LA LEY AUTONÓMICA
En paralelo, recordemos que en virtud de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía y su decreto sobre símbolos y actos contrarios a la misma, la Junta anunciaba en julio de 2018 la creación de un comité encargado de emitir un dictamen “vinculante” sobre la tumba de Gonzalo Queipo de Llano y otros “elementos contrarios a la memoria histórica que no hubiesen sido retirados o eliminados voluntariamente por parte de sus titulares”.
Pero en la anterior legislatura autonómica, el Gobierno andaluz del PP insistía en que para solucionar el caso de la tumba de Queipo de Llano todavía sería necesario un desarrollo reglamentario de la vigente Ley andaluza de Memoria Histórica y Democrática.
En paralelo, el Gobierno socialista del Ayuntamiento de Sevilla aclaraba que mediaban “palmarias diferencias” entre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos y la demanda de que la basílica de la Macarena deje de acoger la tumba de Queipo de Llano, pues el Valle de los Caídos es un espacio público y la basílica un “lugar privado de uso público”.
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