SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
La Asociación Parque Vivo del Guadaíra ha reclamado un “exhaustivo seguimiento ambiental” de las obras en Palmas Altas, donde están siendo construidas las primeras viviendas de esta bolsa de suelo clave en el desarrollo urbanístico y demográfico de la capital hispalense, y de la afección de estos trabajos sobre el parque construido en parte del nuevo cauce del río Guadaíra, que crearán “una barrera en un parque lineal y corredor ecológico” al que quedar “segmentado”.
En un informe que ha sido remitido a varias asociaciones ecologistas para su análisis consultado por Europa Press, Parque Vivo del Guadaíra llama la atención sobre la “incidencia de las obras” –iniciadas este verano– de los nuevos accesos recogidos en el proyecto urbanístico que se está desarrollando desde hace meses. Unos trabajos que la asociación teme que “agraven la situación del olvidado parque”, abierto en 2012.
Detalla Parque Vivo del Guadaíra que se está construyendo un viaducto de 350 metros de largo sobre el Guadaíra con una anchura de 14 metros y una inversión de nueve millones de euros. Para levantarlo, los promotores han procedido a “cortar el acceso a la banqueta derecha del parque de forma radical, impidiéndose el paso sin que se habilite” otro paso alternativo, “medida que nos parece del todo desproporcionada”.
De hecho, la asociación insiste en que estas obras del viaducto han “afectado al mismo cauce del Guadaíra con un gran movimiento de tierras que incluso ha desviado las corrientes”. Al ser un ecosistema “tan frágil”, Parque Vivo pide que “se dé a conocer el seguimiento ambiental que se está realizando tanto por la misma promotora como por las instituciones competentes”, que la entidad apunta que son la Dirección de Costas, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento como titular del parque.
Igualmente, exige una mejora de la accesibilidad al Parque de Palmas Altas Sur tanto desde los Bermejales y el Parque del Guadaíra como desde Bellavista a través del Cortijo del Cuarto. Por último, también insta a que se repongan los árboles que se han perdido desde 2012, un 30% de los 1.899 plantados, según sus estimaciones, y que se dote al espacio verde de “un equipamiento básico que permita su uso satisfactorio especialmente para las actividades de observación de avifauna”, ya que este parque es un comedero y hábitat estacional para especies como la cigüeña negra, la espátula y el calamón, entre otros.
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