
SEVILLA, 16 (EUROPA PRESS)
Los dulces de convento en Sevilla son conocidos por ser manjares que se elaboran con productos naturales y de primera calidad por las religiosas de diferentes puntos de la provincia. La Cuaresma es el momento perfecto para deleitarse con pestiños o torrijas, los más demandados de esta época en la que los hornos de los conventos se encuentran a máximo rendimiento.
La tradición de los dulces de convento lleva siglos viva en Sevilla y es que también elaboran mermeladas, confituras o productos más navideños como los cordiales o los naranjitos del convento Madre de Dios o las tortas de Santa Clara. Estos últimos incluso fueron el regalo de bienvenida que se les brindó en los Grammy a los invitados más ‘VIP’ del Hotel ‘Querencia’ de Sevilla, donde se alojaron grandes artistas, desde Camilo a Manuel Carrasco.
Por lo tanto, los dulces de convento son un sello de identidad para la sociedad hispalense que desde la Hermandad de la Virgen de La Antigua saben cuidar, apoyando esta tradición con dos proyectos encaminados a aumentar las ventas de estos productos, tanto en esta época de Cuaresma, como el resto del año. Con la campaña ‘Endulza tu papeleta’, son cuatro los conventos que venden sus dulces en 26 casas de hermandades de Sevilla, en concreto el convento de Santa María de Jesús, San Leandro, Madre de Dios y Santa Ana.
El hermano mayor de La Antigua, Manolo Preciados, ha explicado en declaraciones a Europa Press, que la campaña tiene lugar durante el reparto de las papeletas de sitio en las hermandades de Sevilla, como por ejemplo en La Iniesta, donde un voluntario vende cajas de dulces de convento por seis euros. Así, el ha señalado que el producto que triunfa cada temporada son los pestiños, “un bocado exquisito que las religiosas preparan a partir de materias primas, como el aceite o la miel, de primera calidad”.
La Hermandad de la Antigua realiza una labor social de apoyo a las hermanas que habitan en los conventos de Sevilla, con unos ingresos que “sirven a las comunidades religiosas para sufragar los gastos de mantenimiento durante el año y abastecerse para cubrir las necesidades del convento”.
DE LOS CONVENTOS A LOS MEJORES HOTELES DE SEVILLA
Por otro lado, la Hermandad de La Antigua tiene una campaña paralela durante todo el año junto a la Asociación de Hoteleros de Sevilla, en la que hoteles de cinco y cuatro estrellas de la capital ofrecen productos elaborados en conventos, que varían según la época del año. Sobrados ha señalado que son, por regla general, “el Hotel Colón, el Inglaterra, el hotel Querencia, Ibis o Doña Carmela”, los que ofrecen a sus clientes tantos en sus ‘buffet’ como para la compra y en esta campaña “se han llegado a vender casi 5.000 kilos” una práctica que, ha destacado, “va en aumento”.
La idea nació desde la celebración de los Grammy en la capital hispalense “el hotel Querencia estaba buscando un detalle de bienvenida para los invitados y tuvieron la idea de ofrecer estos productos”. Además, los dulces de conventos potencian la Marca Sevilla entre los turistas que visitan la capital, que buscan además del buen clima y la riqueza tanto natural como monumental, la gastronomía. Entre los productos más demandados se encuentran las tortitas de Santa María de Jesús, los cortadillos de San Clemente, los cordiales en Madre de Dios o las mermeladas en Santa Paula”, ha señalado Manolo Sobrados.
OBRA SOCIAL
Esta iniciativa se ha transformado, según el hermano mayor de La Antigua, en una inyección económica “muy importante para las comunidades religiosas” que reciben en torno a “26.000 euros a repartir entre el convento de Santa María de Jesús y el de Madre de Dios, así se sufragan gastos de luz, que aumentan exponencialmente en épocas de alta producción, el mantenimiento de los edificios, comida o productos de limpieza e higiene personal”, ha trasladado el Hermano Mayor.
En este sentido, desde la Hermandad realizan “barras solidarias para facilitarles las materias primas, desde la cofradía siempre estamos inventado fórmulas para ayudar a las comunidades religiosas e intentamos llegar además de a la capital, a los conventos de Osuna o Marchena”.
Además, todos los viernes de Cuaresma “organizamos un viacrucis en cada uno de los conventos de clausura de Sevilla y cuanto termina el acto un profesor de Historia del Arte explica los detalles arquitectónicos del edificio, una iniciativa que está teniendo una gran acogida y cuyos beneficios se destinan a las comunidades religiosas”.
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