SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
Las asociaciones que reclaman la recuperación del antiguo puente basculante de Alfonso XIII, construido con motivo de la exposición iberoamericana de 1929, propiedad del Puerto de Sevilla e instalado en una parcela colindante a la avenida de la Raza, han valorado que la asociación de defensa del patrimonio histórico Hispania Nostra haya incluido al citado y emblemático puente en su “lista roja” de patrimonio en peligro. Para estos grupos, “es una llamada a la acción para evitar” nuevos daños a esta obra de ingeniería.
Mientras dicha asociación ha adoptado tal medida por el “deterioro” del puente y los “actos vandálicos que le han hecho perder parte de las barandillas y otros elementos ornamentales”, extremo otrora alertado por la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz; los colectivos han manifestado su sentir por el asunto, aunque consideran que se trata de una medida “necesaria”.
“Su situación de peligro ha sido advertida por dicha asociación, frente al desdén de otras fuerzas de la ciudad”, indican, exponiendo que “la lista roja de Hispania Nostra es una herramienta de participación social creada con el fin de dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos patrimoniales del territorio español en riesgo grave de pérdida y desaparición, con la finalidad de avisar, prevenir, y concienciar a las instituciones y a la sociedad”.
“Es una llamada, en definitiva, a la acción para evitar que nuestra herencia histórico-patrimonial se pierda y deteriore”, consideran los grupos ecologistas.
LA DECLARACIÓN INSTITUCIONAL
En el asunto pesa la declaración institucional formalizada en 2020 por el pleno del Ayuntamiento hispalense, que respalda la idea de “acordar con la Autoridad Portuaria y las administraciones competentes y mediante la colaboración, si fuera posible, con el sector privado, su recuperación y reconstrucción sobre el río Guadalquivir, como pasarela para uso peatonal y de transporte personal alternativo en un lugar emblemático de la ciudad, de acuerdo con el dictamen de los técnicos sobre la ubicación y los costes y con el consenso de las asociaciones y entidades ciudadanas” que desde hace años reclaman el rescate de esta infraestructura.
Además, la declaración institucional implica promover el reconocimiento de este antiguo puente metálico como bien de interés cultural (BIC) y su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, así como que cuente con un nivel de protección global a través del propio Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.
Todo ello, para rescatar el “elemento arquitectónico singular” que supone el antiguo puente metálico de Alfonso XIII, cerrado al tráfico rodado y humano en 1992 al ser sustituido por el actual puente de las Delicias y posteriormente desmantelado; y como “testimonio” además “del gran evento histórico” que constituyó para Sevilla la exposición iberoamericana de 1929.
EL PROYECTO DE ALTADIS
Al respecto, los colectivos que reclaman la recuperación del antiguo puente basculante de Alfonso XIII han criticado duramente, de nuevo, que esta simbólica obra de ingeniería no haya sido contemplada para la nueva pasarela peatonal prevista entre la zona de la antigua planta tabaquera de Altadis del barrio de Los Remedios y el entorno de la confluencia de las avenida de Roma y de Las Delicias, en el marco del proyecto promovido para reconvertir el antiguo recinto fabril.
Empero, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha defendido recientemente que reutilizar el antiguo puente de Alfonso XIII para este proyecto “no era la solución” adecuada, asegurando que hay “alternativas” para su reubicación.
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