CAMAS (SEVILLA), 25 (EUROPA PRESS)
Las laderas de los cerros que coronan el municipio aljarafeño de Camas (Sevilla), entre ellos el emblemático cerro de El Carambolo, en cuya cima descansa el yacimiento arqueológico correspondiente al famoso tesoro homónimo, acumulan un total de 15 incendios de pastos y de matorrales desde el pasado 15 de junio, según han detallado a Europa Press fuentes del servicio de salvamento y extinción de incendios de la Mancomunidad del Aljarafe.
Tales incendios han sido sofocados una y otra vez por los efectivos del parque de bomberos de Santiponce, el más cercano a Camas y perteneciente al servicio de salvamento y extinción de incendios de la Mancomunidad del Aljarafe; y también por dotaciones del parque central de dicha institución, localizado en Mairena del Aljarafe.
A tal efecto, recordemos que los incendios son recurrentes en este entorno en el cual 29.450 metros cuadrados de la cima del cerro de El Carambolo, el más famoso de los promontorios de Camas; están protegidos como bien de interés cultural (BIC) con la tipología de zona arqueológica, al acoger las ruinas del antiguo santuario fenicio en cuyos aledaños fue descubierto allá por 1958 el famoso tesoro homónimo, pesando además en la zona un perímetro de valor paisajístico asociado a esta figura.
UN ENCLAVE “FUNDAMENTAL”
Y es que según el decreto autonómico que protege la cima del citado cerro de Camas, el enclave constituye un espacio “fundamental para el conocimiento de las primeras culturas asentadas en el Bajo Guadalquivir y en el suroeste de la Península Ibérica”.
Esta concatenación de incendios, por cierto, ha ido paralela al desarrollo de diferentes iniciativas ciudadanas en pro de la reforestación de la zona y de la creación de un nuevo pulmón verde para el área metropolitana de Sevilla.
En el verano de 2019, en ese sentido, la asociación Sevilla Más Verde decidía suspender la reforestación que promovía en las laderas del cerro de El Carambolo, en terrenos propiedad sobre todo del Ayuntamiento de Camas y de la Empresa Metropolitana de Aguas de Sevilla (Emasesa); como consecuencia de los repetidos incendios, que estaban dando al traste con las plantaciones de nuevos árboles.
LA NATURALEZA DE LOS INCENDIOS
En aquellos momentos, el portavoz de la citada asociación, José Luis Sánchez-Quiñones, insistía en declaraciones a Europa Press en el carácter intencionado de estos repetidos siniestros.
“No tiene sentido seguir con las actividades de reforestación si van a continuar los incendios”, manifestaba aquellos días José Luis Sánchez-Quiñones, detallando que las llamas habían afectado ya entonces a unos 1.600 de los 1.800 árboles sembrados en la zona; mientras el Ayuntamiento de Camas esgrimía labores de limpieza y desbroce para impedir la propagación de las llamas y señalaba directrices a la Policía Local para reforzar la vigilancia en el entorno.
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