Los trabajos han documentado una alquería almohade y construcciones agroganaderas del siglo XVIII
SEVILLA, 23 (EUROPA PRESS)
El equipo de arqueología conformado por la Fundación Río Tinto, dirigido por el doctor Aquilino Delgado, ha concluido la prospección del yacimiento de Dehesa de la Sierra, en el municipio de Aznalcóllar (Sevilla). Tras los trabajos realizados, se ha documentado una alquería almohade y construcciones agroganaderas del siglo XVIII.
La iniciativa ha sido promovida por la compañía Minera Sabina, según el proyecto arqueológico aprobado por resolución de la Delegación territorial de Sevilla de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes, tal como se recoge en una nota de prensa.
Asimismo, la citada fundación recibió el encargo en julio de 2023, por lo que en noviembre del mismo año presentó el ‘Proyecto de Prospección’, aprobado por resolución en marzo de 2024, cuando se iniciaron los trabajos arqueológicos que finalizaron el mes de mayo.
La metodología empleada durante la intervención arqueológica se ha basado en el trabajo de campo en base a los parámetros recogidos en la Resolución. También en el empleo de una técnica de teledetección óptica –Lidar– que ha permitido documentar las variaciones topográficas sobre el terreno y, por último, en el uso de ortofotografía.
En cuanto al origen de las variaciones topográficas detectadas, se han identificado el antrópico y natural, pues los afloramientos naturales documentados por su génesis geológica y los procesos erosivos “tienden a la linealidad en superficie”, lo que puede llevar a “confusión” sin el trabajo de campo con estructuras realizadas.
Con respecto a las estructuras antrópicas, se han registrados los restos constructivos que han podido pertenecer a un hábitat, que por el cerámico hallado podría ser de la segunda mitad del siglo XII y principios del siglo XIII. De esta forma, se corresponde con una alquería –pequeño caserío de carácter agrícola y ganadero de época almohade–.
También se han documentado otras estructuras antrópicas realizadas a piedra seca, donde solo se ha empleado piedra, por lo que se corresponden con construcciones agroganaderas del siglo XVIII –Las Criaderas– ya que algunas son grandes criaderas o parideras para la cría de ganado porcino.
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