SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
La empresa sevillana Kaura Coproducts ha sido reelegida para encargarse de retirar de las explotaciones ganaderas los animales que mueren en ellas sin llegar al matadero. En Andalucía occidental, el consorcio combinado de seguros ha revalidado su labor con el nuevo encargo de la tarea hasta 2026 y, en Extremadura, su Gobierno regional ha decidido lo mismo hasta 2024.
En ambos lugares es “la única empresa” que realiza una de las acciones “ambientalmente más relevantes” en el sector agrario, según la información remitida por la empresa en una nota de prensa. Este servicio, además de obligatorio para los ganaderos, permite un beneficio al medio ambiente de primer orden, al prevenir posibles infecciones y, por añadidura, dar un segundo uso a esta materia orgánica como biodiésel y carburante ecológico.
Kaura es especialista y “líder regional” en rendering, es decir, logra nuevos usos de una materia cárnica que antes se desechaba, convirtiendo estas partes de animales en harina, grasa y agua. Mediante este reciclaje, la compañía obtiene ingredientes para que después puedan usarlas empresas especializadas en la elaboración de o bien alimentos para mascotas, o bien biocombustibles.
Kaura, bajo el nombre de RenBIO, desarrolla la línea que se centra en la recogida en las explotaciones agrarias del ganado que muere de forma no controlada. Entre Andalucía occidental y Extremadura, Kaura trata alrededor de 27.000 toneladas anuales. Se trata de todo tipo de animales, aunque predominan vacas, ovejas, aves, cerdos, y equinos.
La especialización de Kaura es “elevada”. Realiza esta tarea desde 2014 en la comunidad andaluza y, desde 2017, en Extremadura. El transporte se efectúa “con todas las garantías sanitarias”, mediante una flota de camiones especializados que cuentan con un contenedor sellado.
La materia orgánica se descarga en la planta de RenBIO para su trituración y un tratamiento a elevadas temperaturas. De esta forma, se retira el agua que contiene, la cual supone el 70% del peso. Un 25% se convierte en grasa, que después utilizarán las empresas fabricantes de biodiésel, y el 5% restante consiste en una harina muy calorífica que permite a las cementeras generar energía para su producción.
A las citadas 27.000 toneladas de la retirada en explotaciones ganaderas –el llamado C1–, se suman otras 100.000 de materia cárnica provenientes de los mataderos, el C3. Este último material, procesado en su otra factoría, lo convierte en harina de proteína, grasa y agua gracias a una tecnología puntera en Europa.
En concreto, el agua (65%) es reutilizada en el proceso industrial tras un tratamiento; la harina (20%) está compuesta de proteínas; y la grasa (15%) es una excelente fuente de nutrientes para la fabricación de piensos compuestos.
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