SEVILLA, 8 (EUROPA PRESS)
La familia del vecino de Torreblanca José Antonio Hernández Barrul, de 23 años de edad, desaparecido el pasado 30 de octubre tras salir en bici de su hogar y cuyo cadáver era localizado el lunes flotando en la laguna del parque del Tamarguillo, ha recibido ya los resultados de la prueba de autopsia practica al cuerpo, que será enterrado este jueves, según ha dicho a Europa Press el padre del finado.
Mientras la Policía Nacional barajaría el ahogamiento como principal hipótesis de la causa de la muerte del joven, su padre ha manifestado que la investigación del asunto está bajo secreto de sumario.
Al respecto, recordemos que la Sociedad Gitana Española celebraba este pasado martes una reunión con responsables de la Delegación del Gobierno central en Andalucía, en torno a este caso.
Al término del citado encuentro, celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía, en la monumental Plaza de España de Sevilla, el presidente de la Sociedad Gitana Española, Sinaí Jiménez, manifestaba a los medios de comunicación que dicho departamento estatal, al que están adscritos la Policía Nacional y la Guardia Civil, está “a disposición de la familia” del fallecido.
DOS POSIBILIDADES
Sobre el asunto, Sinaí Jiménez exponía que si finalmente los médicos forenses certificasen “una muerte violenta”, los responsables de la Delegación del Gobierno habían “garantizado que activarán todo lo necesario para llevar la investigación hasta sus últimas consecuencias y esclarecer” por completo los hechos.
En caso de que los médicos forenses atribuyesen la muerte del joven a causas naturales o no violentas, según Sinaí Jiménez, la Sociedad Gitana Española encargaría por sus propios medios “un segundo informe” forense, una “segunda valoración” técnica para la cual el colectivo cuenta con uno de los mejores especialistas de España, según Jiménez.
“MUCHOS INDICIOS”
Y es que según señalaba, el colectivo cuenta con “muchos indicios” sobre las circunstancias de la muerte de José Antonio Hernández Barrul, si bien abogaba por la cautela. Sobre todo, según sus palabras, es necesario esclarecer “cómo y en qué condiciones” llegó el joven “a ese punto donde se ha encontrado” su cuerpo, en alusión a la laguna del Tamarguillo.
“Tenemos que ser precavidos”, declaraba Sinaí Jiménez, mientras Juan, tío del fallecido, avisaba de que entre los días 2 y 3 de noviembre, antes de ser descubierto el cadáver en la laguna del parque del Tamarguillo, la familia había “peinado” esa zona en la búsqueda organizada por la misma con sus propios medios, bajo la premisa de que el joven “andaba por allí” con frecuencia. Uno de sus sobrinos, según este familiar de José Antonio Hernández Barrul, había “pasado por ese lado y no vio nada” en la laguna.
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