SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
Los hosteleros de Sevilla han vuelto a reclamar este viernes beneficios fiscales para paliar los efectos de la “masiva subida de la luz”, después de que el pasado 10 de agosto entrara en vigor un Real Decreto impulsado por el Ministerio de Transición Ecológica que obliga a los establecimientos del sector mantener la temperatura de los locales a 27 grados como medida de eficiencia energética.
Se trata, no obstante, de una medida que la hostelería está ajustando en base al Decreto 486/1997, del 14 de abril, que mantiene que en los locales donde se realice un trabajo ligero se puede mantener una temperatura entre 14 y 25 grados, para salvaguardar las condiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo, según informa la Asociación de Hosteleros de Sevilla en una nota de prensa.
La patronal recuerda que el RD 14/2022 también contempla que los locales deben tener un sistema de cierre automático de puertas para mantener la temperatura, “algo que ya era obligatorio dado que el establecimiento de hostelería es considerado un elemento emisor de ruido”. La norma establece un plazo que acaba este 30 de septiembre para instalar el cierre de puertas en aquellos bares y restaurantes que no lo tuvieran implantado.
El presidente de la patronal sevillana, Antonio Luque, ha vuelto a criticar una medida que considera “inoportuna” dadas las dificultades que atraviesa el sector. “Siempre apoyaremos cualquier medida de ahorro, pero mantener esa temperatura en una ciudad como Sevilla va en detrimento de nuestra clientela y nuestros trabajadores, dado el clima que tenemos aquí. No tiene ningún sentido porque nosotros somos los primeros interesados en el ahorro energético, pero en ciudades como Sevilla esto es inviable”.
La Asociación de Hosteleros reclama por ello un sistema de rebajas fiscales al Gobierno central para rebajar las “altísimas facturas de luz” que están llegando a los negocios de hostelería. “Los hosteleros de bares y restaurantes de dimensiones normales nos están haciendo llegar facturas de luz desorbitadas para el consumo que tiene, que superan los 2.600 euros, y si seguimos así muchos bares van a tener que cerrar. No hay negocio que aguante esta subida sin una ayuda fiscal por parte de la Administración”.
“Estamos de acuerdo con que todos tenemos que ser austeros y ahorrar, pero para ello necesitamos ayudas para quienes mantenemos la economía a flote en estos tiempos tan complicados”, ha apuntado Luque.
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