SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
Los agricultores del Bajo Guadalquivir se manifestarán este miércoles en la capital de Sevilla “asfixiados” por la sequía”, según ha recordado la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Sevilla
El sector “no aguanta más la ruina que arrastran por la sequía”, de manera que este miércoles saldrán a las calles de la capital a pedir ayuda “urgente” a las administraciones, según apunta COAG-Sevilla en un comunicado.
La manifestación se desarrollará a pie y saldrá de la Torre Sur de la Plaza de España, sede de la Delegación del Gobierno, pasará por las puertas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), y terminará en Tabladilla, donde se ubica la Consejería de Agricultura.
Según explica en nota de prensa el secretario provincial de COAG Sevilla, Ramón García, el sector quiere entregar un manifiesto tanto al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, como a la consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, con un objetivo claro: “reclamamos al Gobierno central y al autonómico que superen la confrontación política y trabajen de forma coordinada en la adopción de un plan de rescate del Bajo Guadalquivir, cofinanciado por ambas administraciones, y centrado en los agricultores profesionales que tienen en la agricultura su medio de vida”.
En el escrito elaborado por COAG en representación de los agricultores manifestantes se expone a los responsables políticos “la situación límite” de los agricultores del Bajo Guadalquivir, “debido al incremento de los costes de producción que de forma general soporta el sector agrario, se han sumado los efectos de una acusada sequía, que suma ya tres campañas con fuertes reducciones en la dotación de agua para riego y que en la presente campaña alcanza ya el 85%”.
Asimismo, se explica que las características de estas tierras “no permiten desarrollar ningún cultivo de regadío en condiciones de mínima rentabilidad” con las dotaciones concedidas, destacando que, en esta última campaña, “la producción de los cultivos tradicionales de nuestra zona ha sido nefasta: la remolacha se ha secado, la producción de cereal se ha perdido en más de un 70%, el girasol no va a alcanzar una producción mínima y las perspectivas del algodón no son mejores”.
La situación descrita por los agricultores del Bajo Guadalquivir es “dramática” y, según afirman, los lleva “directamente a la ruina” al tener que hacer frente a inversiones y gastos, cuando acumulan tres campañas sin prácticamente producción. “Además –apunta Ramón García–, nuestros agricultores no tienen capacidad financiera alguna al tratarse, en su inmensa mayoría, de explotaciones familiares cuyo único ingreso procede de la agricultura”.
La zona más afectada por este cúmulo de circunstancias y por las características descritas se localiza en la zona regable de Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera y Los Palacios donde, por si fuera poco, se han producido granizos que han dañado almendros, invernaderos y las pocas hortícolas donde se concentraba la escasa agua disponible.
COAG añade que la “ruina” de los agricultores se ha trasladado también a las cooperativas que, sin materia prima no pueden desarrollar su proceso de transformación, “perdiendo ingresos y mercados a pesar de tener que seguir haciendo frente a la amortización de las inversiones”.
Por todo ello, el manifiesto se entregará con una propuesta de medidas “urgentes y eficaces” para hacer frente a la crisis y salvar a la agricultura social y profesional del Bajo Guadalquivir.
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