La UE cataloga la iniciativa como una de las mejores técnicas disponibles para producir cemento
ALCALÁ DE GUADAÍRA (SEVILLA), 21 (EUROPA PRESS)
El proyecto de coincineración de Cementos Portland Valderrivas para su fábrica de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) –iniciativa de producción sostenible– es un modelo de economía circular “ampliamente extendido” en Europa que avanza en la simbiosis industrial y en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero, mediante la utilización de diferentes tipos de residuos no peligrosos como combustible. Un proyecto que ha sido reconocido por la Comisión Europea.
La iniciativa está actualmente en fase de recibir la Autorización Ambiental Integrada por parte de la Junta de Andalucía. El futuro combustible que usará Alcalá utilizará residuos no peligrosos que, primero recibirán un tratamiento específico por gestores autorizados y, debido a su alto poder calorífico y a sus características en cuanto a composición y granulometría, permitirán sustituir parcialmente el combustible actual; coque de petróleo utilizado en la fábrica por estos combustibles más sostenibles, según detalla la cementera en un comunicado.
Se trata, por tanto, de un proyecto sostenible para la producción de cemento con una menor huella de carbono, en línea con los compromisos de la transición energética de la Unión Europea, ya que permitirá reducir la dependencia de los combustibles fósiles y reducirá la cantidad de residuos destinados a vertedero.
El proyecto de valorización que persigue la fábrica está reconocido por la Comisión Europea como una de las Mejores Técnicas Disponibles para la fabricación de cemento, que colabora específicamente con las políticas de economía circular para alcanzar la neutralidad climática en 2030.
La valorización energética de residuos en cementeras es una técnica regulada bajo estrictas normativas medioambientales, y respaldada por multitud de estudios realizados por organismos de reconocido prestigio que, de forma independiente, garantizan que se trata de un proceso seguro para los trabajadores y el entorno.
En este sentido, el Grupo Cementos Portland Valderrivas esgrime, a raíz de las críticas vertidas por una plataforma ecologista del municipio, que “no se trata de ‘incinerar basuras’, ni de convertir Alcalá en un ‘inmenso basurero’, sino todo lo contrario, busca mejorar la calidad del aire en el entorno cercano”.
En cuanto al proceso seguido por las administraciones pertinentes, se trata de un cauce “totalmente abierto y transparente”. En relación a los “perjuicios para la salud y menoscabo de oportunidades en la zona de implantación” a los que alude la información publicada, carecen de todo fundamento científico ya el proyecto de Cementos Portland Valderrivas “cumple estrictamente con la normativa en materia de medio ambiente y salud aplicable”.
Asimismo, el proyecto tendrá un “efecto tractor” para la industria del entorno y servirá de motor para el desarrollo de otras iniciativas de economía circular, concluye el comunicado.
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