ALCALÁ DE GUADAÍRA (SEVILLA), 8 (EUROPA PRESS)
El Proyecto RAP/ALA contra el absentismo escolar, la mejora de la convivencia y la motivación a presente y futuro del alumnado de Secundaria en Alcalá de Guadaíra impulsado por el Ayuntamiento a través de Servicios Sociales en colaboración con las Ampas ha clausurado este jueves el curso 2022-2023.
Tras la primera experiencia piloto del año pasado, “exitosa” y de “gran acogida” por parte de la comunidad educativa, en esta edición el programa se ha extendido a los seis centros públicos de Secundaria –IES Albero, IES Alguadaira, IES Cristóbal de Monroy, IES Hienipa, IES Profesor Tierno Galván e IES Doña Leonor de Guzmán–, ofreciendo recursos al global de alumnado y participando activamente de algunas de las actividades alrededor de 600 estudiantes, especialmente de 1º y 2º de la ESO, según una nota de prensa enviada por el Ayuntamiento.
Representantes de las directivas de los centros, la comunidad educativa, la Asociación Albores y del Ayuntamiento han acompañado a un grupo de jóvenes en un Foro de Encuentro y Convivencia Juvenil con exposiciones del alumnado y actividades y dinámicas que fomentan la adquisición de habilidades sociales básicas y competencias para la vida.
Desde el Ayuntamiento se ha recordado que RAP aborda el absentismo y las conductas disruptivas desde una visión conjunta teniendo en cuenta todos los agentes sociales implicados en busca de soluciones y la obtención de buenos resultados. También se incide en que gracias a la “gran acogida” y “buena aceptación” del programa, Alcalá se ha convertido en eje y escaparate del derecho a la educación y la prevención del absentismo en favor de la convivencia, la tolerancia y la motivación. Es una iniciativa con la que desde el Consistorio se apoya a la población más joven.
Asimismo, según destacan desde el Ayuntamiento, es un proyecto de intervención social socioeducativo que contribuye a mejorar las competencias personales y sociales del alumnado, mejorar la convivencia, fomentar la participación de las familias y luchar contra el abandono escolar.
En definitiva, la mejora de la convivencia en los centros educativos con alumnado que manifiesta conductas disruptivas, y para ello el Ayuntamiento destina 15.000 euros de apoyo directo para cada IES. “Es importante ofrecer herramientas a los jóvenes no sólo para aprender conceptos, sino para gestionar emociones, aprender a desarrollarse y disfrutar para aprovechar sus oportunidades”, han destacado.
En la clausura, la directora del IES Cristóbal de Monroy, María Quirós, como portavoz de las directivas presentes, ha “agradecido al Ayuntamiento los recursos para poner en práctica ayudas que necesitan los alumnos y demandan los centros y que no son accesibles en otros municipios”. También ha destacado “la implicación de las Ampas sin las que es imposible este trabajo, y la labor de la entidad coordinadora de profesionales del mundo de la educación por ese trabajo paralelo e imprescindible con los jóvenes”.
El programa ha permitido la ejecución de actuaciones basadas en la búsqueda de alternativas a la expulsión, además de la implicación de las familias en el desarrollo de los itinerarios formativos del alumnado de primero y segundo de la ESO. Siempre desde una actuación profesional y multidisciplinar con la Asociación Albores, formada por profesionales en atención social, educativa, psicológica y sanitaria de la infancia, adolescencia y familia.
Por su parte, la doctora en Ciencias Sociales y directora de Asociación Albores Andalucía, Cosette Franco, ha puesto “en valor el desarrollo de esta iniciativa gracias al apoyo del Ayuntamiento y su apuesta por fomentar el acompañamiento educativo en itinerarios académicos a través del apoyo al profesorado, constituyendo una herramienta para los equipos docentes, desde una mirada centrada en el talento y valor de la juventud”.
La metodología llevada a cabo permite ofrecer una atención integral a través de la intervención de profesionales de la educación en los espacios informales del centro (como los recreos), así como la realización de más de 75 talleres en aquellos grupos susceptibles de perpetuar problemas de conducta para trabajar la continuidad del itinerario educativo de estos jóvenes pero centrándose en el grupo-clase, en el poder del grupo como recurso educativo.
Además, se ha ofrecido un aula alternativa para trabajar con los menores; contenidos relacionados con la gestión de las emociones, orientación vocacional, prevención de relaciones tóxicas y establecimiento de límites y consecuencias. Todo ello, con la atención personalizada e individualizada a las familias que han recibido sesiones de formación en habilidades de parentalidad positiva.
Otra de las máximas del Proyecto RAP/ALA es el trabajo en red con entidades y recursos por lo que se ha contado con el apoyo de programas como el Forma Joven de la Junta de Andalucía, así como la colaboración con Fundación Cajasol para el desarrollo de Talleres de Proyectos de Vida para el mismo alumnado.
Bajo las siglas RAP, que es un género musical con el que los jóvenes empatizan, los profesionales traducen la R como Reflexión y la AP como Acción Personalizada, ya que esta iniciativa permite reflexionar sobre el sistema educativo y, de forma individualizada, aportar herramientas a los alumnos que lo necesiten y apoyar la labor de los profesores. Así se le ha unido la palabra ALA en referencia a la necesidad de apoyar al alumnado para volar.
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