ÉCIJA (SEVILLA), 22 (EUROPA PRESS)
Más de 2.000 personas han asistido a las cinco veladas del festival, con aforo completo en la mayoría de ellas La localidad de Écija (Sevilla) ha celebrado la 44 edición de la Noche Flamenca, consolidándose como un evento clave para el impulso de los nuevos talentos. Miles de personas han disfrutado de las cinco jornadas que han tenido como escenario el Palacio de Peñaflor durante los primeros cuatro días, y la Casa Palacio de Cárdenas y Prado Castellanos en la clausura del festival.
El evento ha estado coordinado por Laura Hurtado, delegada de Turismo de Écija, y ha sido “ejemplo de participación comunitaria”, con una destacada implicación de las peñas flamencas locales, que han apoyado y promovido a los nuevos exponentes del mundo del flamenco. Uno de los principales objetivos del festival era atraer a los jóvenes, y es algo que se ha logrado con creces.
Así lo ha expresado la alcaldesa del municipio, Silvia Heredia, quién ha indicado que, “es lo que pretendíamos con esta semana cultural dedicada al flamenco: potenciar a los jóvenes, ayudarlos, darles la oportunidad de un escenario y del público para que se hicieran fuertes y pudieran defender sus trabajos”.
La calidad del cartel atrajo a visitantes de toda la provincia y cada jornada del festival estuvo dedicada a un tema específico: desde la historia y evolución de los festivales flamencos al peso histórico de la elaboración artesanal de guitarras en la localidad astigitana o la importancia de figuras como Pepe Marchena, Paco Toronjo y Pepe Triano El Ecijano. La programación culminó con una noche flamenca en la que se ocuparon más de 700 butacas, dejando fuera a decenas de personas una vez se completó el aforo.
En la última noche, que tuvo lugar el pasado viernes en la Casa Palacio de Cárdenas y Prado Castellanos, la bailaora ecijana Sara Luque representó los valores de las nuevas generaciones, y demostró sobre el escenario una destreza impresionante a pesar de su juventud. Compartiendo tarima con Jesús Méndez, Julián Estrada y Tomasa “La Macanita”, su actuación fue un claro reflejo del talento emergente que busca abrirse camino en el mundo del flamenco. Y del papel de Écija para propiciar el escaparate donde mostrarlo.
La 44 Noche Flamenca Ecijana no solo ha sido un éxito en términos de asistencia y participación, también ha establecido un nuevo modelo para la promoción de jóvenes artistas, asegurando el futuro del flamenco en Écija y más allá, según han concluido sus organizadores.
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