SEVILLA, 17 (EUROPA PRESS)
La presidenta de Persán, Concha Yoldi García y el magistrado del Tribunal Supremo, Manuel Marchena Gómez, han sido investidos este lunes como Doctores Honoris Causa de la Universidad CEU Fernando III por su destacada trayectoria personal y profesional.
La ceremonia de investidura ha tenido lugar en el Aula Magna del Campus CEU Andalucía (Bormujos), a la que ha asistido el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos; la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco Eguren; y la alcaldesa de Bormujos, Lola Romero López, entre otras autoridades académicas, militares, eclesiásticas, empresariales y jurídicas, así como miembros del Patronato de la Fundación Universitaria Fernando III El Santo y personalidades de la sociedad sevillana y andaluza.
En el caso de Concha Yoldi, se ha querido reconocer “su labor para acercar el mundo de la empresa a la universidad, así como su compromiso social” y de Manuel Marchena se ha destacado “su actuación ejemplar en la preservación del Estado democrático de Derecho y de sus instituciones en tiempos de singular dificultad en ese cometido”, según ha trasladado CEU en una nota de prensa.
En su discurso, la presidenta de Persán ha hecho un repaso por los cuatro pilares principales de su vida: la empresa –en especial la empresa familiar–, el compromiso social, la universidad y la familia. Ha hablado de la evolución de Persán, del valor de la industria, y de la necesidad de Andalucía de aumentar su número de empresas para contar con más oportunidades, riqueza y empleo. También ha tenido palabras para la labor social desarrollada por la Fundación Persán y por su esfuerzo por vincular al empresariado andaluz con los grupos de investigación de las universidades. En este punto, la empresaria ha abogado por resolver con el esfuerzo de todos la infrafinanciación actual de las mismas. Para concluir se ha centrado en su familia, el pilar más importante y la base de su determinación, tal y como la ha definido.
“Esta distinción es más especial si cabe por la vinculación que ha tenido mi familia, y yo personalmente, con el CEU, una institución que promulga valores con los que me siento tan identificada como la innovación y la excelencia, un compromiso profundo con la formación y la empleabilidad, arraigados en valores éticos* Reivindicar en estos tiempos la ética, la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo político y los derechos humanos desde Europa, desde la cuna de la civilización, creo que es necesario. Sobre todo, para que no se nos olvide a nosotros mismos”, ha afirmado.
Por su parte, el juez Marchena ha subrayado en su discurso que “la sociedad no puede sobrevivir sin confiar en sus jueces, los cuales estamos llamados a revolver los conflictos sociales y a hacerlo con plena sujeción al principio de legalidad. La independencia, la imparcialidad y el deber de motivación de nuestras decisiones son las garantías del ciudadano frente a cualquier tentación de arbitrariedad por parte de quienes administramos justicia”.
En esta línea, ha llamado la atención sobre el peligro de “dividir a los jueces en función de frívolas etiquetas” por parte del poder político. A este respecto, ha insistido en que “en los últimos años nos hemos instalado en una profunda división que socava la convivencia democrática. Esta división afecta ya al poder judicial” y ha recordado que, en los últimos tiempos, “la producción normativa se está apartando de la fuente de legitimidad que debería definir las tareas legislativas”. Para concluir, ha animado a todos los presentes a “esforzarnos por reencontrarnos con los valores constitucionales que han hecho posible una sociedad respetuosa con la tolerancia, con la coexistencia de visiones antagónicas que, si no se instalan en el sectarismo que aspira a eliminar al disidente, pueden servir incluso para enriquecer nuestra convivencia”.
Sobre este nombramiento, ha asegurado sentirse “especialmente satisfecho y honrado” ya que “la actividad de un juez se enriquece de una forma inigualable a través del contacto con el mundo universitario. El que este reconocimiento me lo otorgue la Universidad CEU Fernando III de Sevilla, refuerza las razones para la gratitud”.
“BUSCAR LA EXCELENCIA”
El rector de la Universidad CEU Fernando III, José Alberto Parejo Gámir, ha expresado su gratitud a los dos nuevos Doctores Honoris Causa por aceptar el nombramiento y “ser parte ya de este Claustro universitario, lo hacéis de pleno derecho y con indudable y destacado mérito”, resaltando la importancia de ser los primeros en recibir esta distinción. Igualmente, ha aludido a la historia de la CEU UF3, que –siendo una universidad joven– hunde sus raíces en la tradición educativa del CEU desde 1933, destacando su compromiso con los valores del humanismo cristiano y la formación integral de los estudiantes.
En el acto académico también ha participado el secretario general de la CEU UF3, Agustín García Rodero, que ha leído el decreto rectoral de nombramiento como doctores Honoris Causa. Beatriz Hoster Cabo y Pablo Gutiérrez de Cabiedes Hidalgo de Caviedes han sido los padrinos de Concha Yoldi García y de Manuel Marchena Gómez, respectivamente, y han sido los encargados de dictar las laudatio de cada uno de ellos en los que han valorado sus méritos y su labor de servicio a la sociedad.
El gran canciller de la Universidad, Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, ha sido el encargado de clausurar el acto académico, realzando la figura de los nuevos honoris. “Ambos son personas que, tanto por su actuación personal, como con su ejemplo, contribuyen a mejorar la sociedad, en un contexto donde hay una marcada tendencia a unificar a la baja y a menospreciar el esfuerzo” – ha indicado-. Así, ha expresado su “personal agradecimiento a ambos en nombre del CEU por aceptar formar parte del claustro la Universidad CEU Fernando III el Santo que es, desde ahora, vuestra casa”.
Concha Yoldi y Manuel Marchena se convierten así en los dos primeros Doctores Honoris Causa de la cuarta universidad del CEU en España, que comenzó su actividad el pasado mes de septiembre y cuenta ya con una comunidad educativa de más de 400 alumnos, que se verá ampliada el próximo curso con la incorporación de la Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida -en la que se impartirán Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Psicología-.
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