ALCALÁ DE GUADAÍRA (SEVILLA), 14 (EUROPA PRESS)
Alcalá de Guadaíra (Sevilla) ha invertido en 2022 un millón de euros en la ampliación de espacios naturales, zonas de ocio, plantaciones, limpieza, conservación y protección del Monumento Natural de las Riberas del Guadaíra, que tiene 150 hectáreas y más de 30 kilómetros de caminos.
La mejora “permanente” del Monumento Natural incluye proyectos para potenciar el ocio y disfrute de la zona, así como el incremento de la red de caminos y de miradores. De manera “permanente”, se acometen trabajos de adecuación con recebado de albero, sistemas de riego, cuidado y replantación de arbustos en gran parte de los 30 kilómetros de senderos, según la información facilitada por el Ayuntamiento en una nota de prensa.
Gracias a esta inversión, se han abierto dos nuevos caminos con áreas de descanso en torno a los molinos de San Juan y El Algarrobo. Se ha recuperado el antiguo camino de la Huerta de la Peñuela, en la zona de La Comba y ya está accesible el puente sobre el arroyo que discurre por esta zona. Estos caminos permiten disfrutar de “una nueva visión” del parque.
Es un sendero de 250 metros entre el polideportivo de San Juan y el Molino del Algarrobo, donde se han descubierto varios manantiales. Aquí están previstos otros tres miradores y más plantaciones de especies vegetales del bosque en galería y del bosque mediterráneo. En la misma margen, río arriba, se ha creado otro sendero y se construye un mirador en el Molino de San Juan.
Se trata de un camino de 200 metros en rampa, para eliminar todas las barreras arquitectónicas y facilitar el acceso desde el recinto ferial al Molino de San Juan. La actuación lleva aparejada la construcción de cunetas para el drenaje de las aguas de lluvia, colocación de bancos y papeleras y la construcción de nuevo mirador en el Molino de San Juan.
Después de las mejoras llevadas a cabo en el Algarrobo, Benarosa y la Aceña, se acometen nuevos trabajos de mantenimiento y remozado en el resto de molinos que jalonan la cuenca del Guadaíra en su tramo urbano, como el de Vadalejos. Estas “joyas constructivas”, de gran valor patrimonial, son esenciales en la infraestructura hidráulica del río y un “testimonio vivo” de la tradición panadera de la localidad.
Los Servicios Urbanos municipales llevan meses combatiendo la plaga del tomicus con un plan integral que alcanza tanto al pinar del Monumento Natural como al residencial Pinares de Oromana. Se aplican tratamientos específicos que han logrado salvar centenares de árboles, consistentes en inyectables y trampas sobre ejemplares afectados para detener su deterioro. Se sanean las copas con la poda controlada de ramas infectadas y se retiran los árboles irrecuperables.
Este año se ha continuado ininterrumpidamente con el control de trampas y el conteo de adultos. En las zonas urbanas se han inyectado 225 ejemplares, se están realizando 11.400 inyecciones en todo el ámbito y colocado 24 trampas más. A ello se suman actuaciones, en fase de redacción, para continuar con tratamiento para nuevas trampas y tratamientos de endoterapia con otras 3.000 inyecciones.
A los trabajos de saneamiento en el paraje Oromana para “mantener a raya” la plaga se suma el programa de reforestación. La respuesta del Ayuntamiento de Alcalá está siendo repoblar con tres ejemplares por cada uno que se tenga que quitar, garantizando así el futuro de este espacio verde y del ecosistema que lo habita. Se completa la plantación de 250 ejemplares de pinos y 20 quercus.
En total, este año el Monumento Natural se reforesta con 750 nuevos ejemplares, que lo dotan de “más frondosidad, verdor y espacios de sombra” en el bosque anexo al hotel y hasta la ermita de San Roque. Al mismo tiempo, se sigue reforestando el bosque de galería junto al río con arbustos y árboles de especies autóctonas como celtis, almeses, olmos, álamos, fresnos, magnolias y almendros, entre otros.
Las zonas de bosque, y en especial del pinar, están mantenidas por empresas especializadas que todos los años desbrozan y limpian para evitar incendios. Además, existe un sistema de riego automatizado (no potable) en el parque de ribera y bosque de galería que reduce la posibilidad de incendios. En caminos y zona de bosque, la limpieza es permanente para, sin erosión para la capa vegetal, retirar los restos que pudieran servir de combustible en los meses de fuerte calor.
El Monumento Natural Riberas del Guadaíra contará con una cafetería-bar que hará “más atractivo” este espacio natural para quienes lo visiten. Para ello, se reconvierte la antigua Casa del Guarda en una zona de restauración con terrazas a modo de mirador sobre el río. Contará con aseos. Mediante terrazas intermedias a distintos niveles se unirá al molino de Oromana.
En las últimas semanas se ha llevado a cabo la limpieza de la ladera del Castillo junto a la Torre Gorda, en una intervención especial dirigida a proteger el entorno monumental y medioambiental. Se han extraído más de 180 toneladas entre basuras y escombros. El Monumento Natural estrenará nueva señalética en caminos y espacios que ofrecerá información acerca de itinerarios, espacios y valor natural de los mismos, monumentos como los antiguos molinos harineros e historia.
Los juegos infantiles de Oromana ya están en obras. La nueva zona tendrá un diseño exclusivo acorde con el entorno natural que lo rodea. La modernización de este parque incluye las últimas condiciones de “innovación, seguridad y atractivo” para pequeños y familias, incorporando cuatro tirolinas, torres y una cueva con puentes colgantes y zonas de escalada. Un espacio de 2.000 metros para el disfrute de los menores y la convivencia de las familias.
Desde el Molino de la Aceña hasta el del Adufe, los más de 30 kilómetros de senderos a ambas márgenes se abren al paseo, andando, corriendo o en bicicleta. Desde “un ángulo nunca visto antes” se puede bajar el río en kayak por tramos que muestran el bosque de galería, la vegetación y su fauna y contemplar los molinos antiguos, el Hotel Oromana, el Polideportivo de San Juan y los miradores
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