MÁLAGA, 4 (EUROPA PRESS)
El Museo del Patrimonio Municipal de Málaga (MUPAM) ha diseñado y montado una nueva exposición temporal que gira en torno a su obra más emblemática y de mayor relieve dentro del patrimonio artístico del Ayuntamiento de la ciudad: ‘Los desposorios místicos de Santa Margarita’, una obra atribuida al pintor renacentista italiano Francesco Mazzola, Il Parmigianino.
Bajo el título de ‘Sacra conversación’, la muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 30 de abril de 2023, supone, en palabras de su comisario, Mario Virgilio Montañez, “una conversación entre la obra renacentista y una veintenas de piezas de temática similar”. Un relato artístico que ha sido presentado este martes por la concejala de Cultura de Málaga, Noelia Losada, junto con el propio Virgilio Montañez y que gira en torno a la obra a la que “recientes investigaciones dotan de argumentos para verificar su autoría a Il Parmigianino”.
La exposición está dividida en tres partes y cuenta con 24 piezas conformadas por 15 obras –13 pictóricas, una escultura y un bajorelieves– y nueve documentos históricos. Esta muestra, organizada y producida desde el Área de Cultura del Ayuntamiento, es posible gracias a la colaboración de cinco prestatarios: el Museo de la Aduana, la Diócesis de Málaga-Catedral, la Orden de San Agustín, la Diputación Provincial-Biblioteca Provincial y el artista José Luis Puche.
Del patrimonio municipal, además de la obra de Il Parmigianino y una de Mingorance, que se encuentran habitualmente en MUPAM, también hay obras de la Agencia Pública del Museo Casa Natal de Picasso. Es decir, “como expresión de la riqueza del patrimonio local, todas las piezas expuestas provienen de la propia ciudad de Málaga”.
Virgilio Montañez ha remarcado que “seguramente ésta es la obra más valiosa del patrimonio artístico de la ciudad, llegada en 1872 a través de la donación de la misma a la capilla del Hospital Noble por parte de William B. Newbery, socio en Boston de los Loring malagueños. Tal vez la confusión de la protagonista del cuadro, Santa Margarita de Antioquía con su homónima italiana santa Margarita de Cortona, fundadora de hospitales y protectora de pobres, sea la causa de que esta pieza terminara en Málaga tras haber sido rescatada del expolio realizado por Napoleón en Italia”.
La exposición constará de una serie de actividades complementarias, ya que el equipo educativo del MUPAM ofrecerá visitas guiadas a partir del 5 de octubre y hasta la clausura de la muestra. Así, el público en general podrá asistir, sin inscripción previa, de miércoles a viernes de 19.00 a 20.00 horas, y sábados de 13.00 a 14.00 horas. A su vez, las visitas para grupos se realizarán de martes a domingo, aunque con inscripción previa.
LA MAGNA OBRA Y LA MUESTRA
La primera sección de la muestra se centra, por tanto, en ‘Los desposorios místicos de Santa Margarita’ y en los documentos que relatan su llegada a Málaga y el interés por el mismo iniciado por Juan Temboury.
Para comprender mejor la pieza, datada presumiblemente en 1529, se debe considerar que es un claro exponente del estilo manierista del Renacimiento. Partiendo de la premisa de imitar a Miguel Ángel, este estilo está caracterizado por la voluntad de los autores de introducir su propio toque personal.
Su temática es un desposorio místico, una vivencia espiritual, en el que las santas se desposan con Cristo, mayormente representado como un niño en el regazo de su madre para evitar toda sensualidad erótica en la escena. Esta experiencia fue patrimonio de un reducido número de figuras religiosas, siendo las más notorias Santa Rosa de Lima, Santa Catalina de Siena, Santa Catalina de Alejandría y Santa Teresa de Jesús. Entre ellas, Catalina de Siena es sin duda la santa que sirvió de base, más incluso que su homónima de Alejandría, para que los artistas italianos plasmaran este tipo de escenas. Diversas escenas de matrimonios místicos se incluyen en la muestra, a través de obras provenientes de la catedral de Málaga y una pintura conexa del Museo de Málaga.
La segunda sección se ocupa de la iconografía de los personajes de Il Parmigianino a través de obras de los siglos XVI y XVII: San Petronio, la Virgen con el niño, Santa Margarita de Antioquía, el arcángel San Miguel y San Jerónimo.
Para concluir, el espacio final de la exposición se dedica a la pervivencia del manierismo en los últimos siglos. La audacia formal del manierismo, del que también se encuentran otras notorias muestras de los siglos XVI y XVII, se extiende más allá de su época, con lo que podremos rastrear su influencia en el arte malagueño desde finales del siglo XIX, con Pedro Sáenz Sáenz; el siglo XX, con Pablo Picasso, Manuel Mingorance Acién o José Aguilera; y el XXI con José Luis Puche, en este caso partiendo de un original miguelangesco.
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