MÁLAGA, 17 (EUROPA PRESS)
El Centre Pompidou Málaga se prepara para despedir la exposición temporal ‘Lucio Fontana, recto verso’ con una programación especial los días 22 y 23 de abril. Los visitantes podrán disfrutar de la muestra de manera gratuita con visitas guiadas y vivir una experiencia diferente a través de la performance ‘Incisión’.
Así, y según señalan en un comunicado de prensa, el sábado 22, los asistentes podrán unirse a la visita combinada de la exposición semipermanente ‘Un tiempo propio. Liberarse de las ataduras de lo cotidiano’ y la temporal del artista argentino. Esta visita se llevará a cabo a las 12.30 y a las 18.00 horas.
El domingo 23 a las 12.00 horas tendrá lugar la performance ‘Incisión’ de C-Art Dance. Esta obra de arte en movimiento explora la obsesión del artista por atravesar, penetrar y crear aberturas en su obra. Las intérpretes de la pieza coreográfica emulan el gesto de Fontana mientras atraviesan cada sala de la exposición, experimentando con diferentes conceptos expuestos en los manifiestos espacialistas.
El aforo es limitado, por lo que es necesario recoger la entrada en la recepción ese mismo día a partir de las 9.30 horas. Al finalizar esta actividad habrá una nueva visita combinada a las 12.30.
Además, el centro ofrecerá mediación permanente en sala de 17.00 a 18.00 horas y de 18.30 a 19.30 horas para aquellos visitantes que deseen obtener más información sobre la exposición temporal.
El Centre Pompidou recuerda que la exposición ‘Lucio Fontana, recto-verso’ presenta una selección de la producción del artista argentino entre 1947 y 1965. La muestra está comisariada por Frédéric Paul, conservador del Departamento de Colecciones Contemporáneas del Musée National d’Art Moderne.
Antes de ser considerado, a los ojos de la crítica, el pintor provocador al que la historia del arte no ha sabido corregir, Lucio Fontana era un escultor clásico, incluso neoclásico.
Nació en Argentina en 1899 y recibió de su padre una primera formación en escultura funeraria, antes de estudiar en Italia con Adolfo Wildt, dando rienda suelta a sus primeras innovaciones figurativas y abstractas.
En los años 30 y 40 se alternan en sus creaciones dos regímenes artísticos, el antiguo (comercial e incluso propagandístico) y el innovador. El barroco se mantendrá con la cerámica en un término medio hasta el final. Su éxito contribuye a borrar al primer Fontana: un escultor hábil que, en los años 20 y más tarde, de manera ocasional, se mostró capaz de satisfacer los encargos oficiales.
La sucesión de diferentes secuencias de obras a partir de 1949 marca una narración con tintes épicos. “Os aseguro que en la luna no pintaremos, sino que haremos arte espacial”, afirmaba. A partir de ese año, dio a todas sus creaciones el título general de Concetto Spaziale (Concepto Espacial) y añadió subtítulos a sus series que pueden leerse como un catálogo de gestos y experimentos.
La exposición ‘Lucio Fontana, recto-verso’ muestra un total de 33 obras del artista argentino entre dibujos –incluido un autorretrato de 1940–, preámbulos a intervenciones arquitectónicas y otros ambientes por recorrer, creados a partir de 1948, en particular las instalaciones espaciales con neón y luz negra.
Los lienzos y las esculturas de Fontana se exponen junto a obras de otros 22 artistas, entre los que se encuentran Giacomo Balla, precursor del futurismo, Wildt, Beniamino Joppolo, Giuseppe Capogrossi, Alberto Burri y Gyula Kosice.
También se encuentran otros con los que Fontana dialogó a través del Grupo Cero, como Yves Klein y Piero Manzoni, por no hablar de los artistas a los que apoyó o simplemente conoció más tarde, como mentor y coleccionista, como es el caso de Enrico Castellani, Mario Merz o Günther Uecker.
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