RONDA (MÁLAGA), 26 (EUROPA PRESS)
La Real Maestranza de Caballería de Ronda ha presentado el proyecto de intervención que garantizará la estabilidad estructural y la conservación a largo plazo de la plaza de toros de Ronda, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento en 1993 y considerada uno de los grandes emblemas patrimoniales de la ciudad.
El acto ha contado con la participación de Rafael Atienza, teniente de hermano mayor de la institución; Ignacio Herrera, Director General; y Ricardo Aroca, arquitecto responsable del proyecto.
El estudio Aroca Arquitectos ha presentado una propuesta de intervención de la plaza en dos fases. En primer lugar, la consolidación estructural del tendido alto mediante un diafragma circular de acero macizo destinado a estabilizar las columnas, contrarrestar los empujes de la cubierta de madera y reforzar la conexión entre la arquería y los anillos de mampostería.
Posteriormente, la segunda fase consistirá en la reparación y sustitución de los elementos de piedra deteriorados, mejorando así la integridad estructural del conjunto arquitectónico.
Dada la geometría irregular de la plaza, el proyecto presenta una complejidad técnica considerable, lo que ha exigido el diseño individualizado de los 136 elementos del nuevo arriostramiento. Para su instalación se retirarán los refuerzos existentes, mediante un sistema de apuntalamiento provisional compatible con la estructura actual y futura.
Además, algunas columnas deberán ser zunchadas previamente para garantizar su integridad durante los trabajos. Todo el proceso ha sido planificado para compatibilizar la ejecución de la obra con la actividad turística habitual en el monumento en condiciones de seguridad.
Ricardo Aroca ha subrayado que “la restauración de la Plaza de Toros de Ronda no es una obra convencional, sino un desafío técnico complejo que requiere tiempo, precisión y un profundo respeto por su valor patrimonial. Esta intervención asegurará tanto la seguridad en las actividades que allí se celebren como la estabilidad y conservación del monumento para las futuras generaciones”.
El proyecto de intervención para la conservación del monumento es fruto de un proceso técnico de investigación y análisis, realizado entre otros por el Departamento de Estructuras de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, que se ha materializado en varios informes especializados relacionados con la estructura, la piedra, la geotecnia y la estabilidad.
Rafael Atienza ha destacado que “desde hace 240 años, la Real Maestranza cuida de esta Plaza y lo seguirá haciendo con el mismo sentido de responsabilidad. Afrontamos esta obra con la determinación de preservar no solo un monumento, sino un legado vivo, esencial para Ronda”.
Todo el proceso ha contado con la supervisión de un comité de arquitectos expertos presidido por Rafael Moneo y compuesto por Antonio Ortíz y Juan Pablo Rodríguez Frade. El proyecto de intervención ha sido visado por el Colegio de Arquitectos de Málaga y cuenta con informe favorable de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
La arquería alta de la Plaza de Toros de Ronda ha sido objeto de distintas intervenciones a lo largo de su historia. En 1880, Carlos Lamiable incorporó arriostramientos (refuerzos) metálicos en columnas alternas, y en 1961, Pons Sorolla y Ramiro Moya sustituyeron los graderíos de madera por bóvedas tabicadas y los refuerzos de Lamiable por otros a mayor altura. Sin embargo, estas soluciones parciales no lograron resolver de forma definitiva los empujes de la cubierta ni garantizar la estabilidad de las columnas a largo plazo.
DESEO COMPARTIDO: QUE LA GOYESCA VUELVA EN 2026
Conforme al informe técnico elaborado por la Universidad de Sevilla, el desarrollo del proyecto de intervención imposibilita la celebración de la tradicional corrida goyesca, así como de cualquier otro evento multitudinario.
Desde el primer momento, la Real Maestranza de Caballería de Ronda ha trabajado organizando tres comisiones de trabajo (técnica, de ejecución y de documentación) para abordar todas las fases del proyecto. El objetivo es que la intervención se ejecute con la mayor celeridad posible, con el deseo de que la plaza pueda volver a acoger festejos taurinos en 2026.
“Este proyecto está en manos de quienes mejor comprenden su complejidad técnica y su valor histórico. Con esta intervención no solo se protege la Plaza, sino que Ronda demuestra su capacidad para adelantarse a un desafío que muchos otros edificios históricos deberán afrontar más pronto que tarde”, ha subrayado Ignacio Herrera.
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