MÁLAGA, 28 (EUROPA PRESS)
El Centro de Arte Contemporáneo CAC de Málaga presenta en la primera planta de CAC Málaga La Coracha ‘La huella en la harina’, la primera muestra individual en un museo del artista de Puerto Real (Cádiz), Chanivet, que se podrá ver hasta el 1 de septiembre. Además, la segunda planta de este mismo espacio alberga la exposición ‘Jugando a ser mayor’, primera muestra en un museo de Mar Muñiz.
En cuanto a ‘La huella de la harina’, exposición comisariada por Fernando Francés, Chanivet revela sus intenciones artísticas a través de elementos aparentemente inconexos pero profundamente elocuentes. Los despliegues de formas, objetos y fragmentos apelan a los sentidos, combinando espectacularidad y pensamiento barroco en un contexto global e hiperconectado.
En la muestra el artista manifiesta la fugacidad y lo efímero mediante el concepto de “congelación”, capturando momentos a través de la fotografía y configurando bodegones contemporáneos que evocan las tradicionales vanitas.
El título de la muestra hace referencia a la infancia del artista, su lugar de nacimiento y los recuerdos que guarda del lugar de trabajo de su padre, una fábrica de harina. En este espacio, el artista dibujaba sobre los restos de polvo de cereal que quedaban en las superficies.
Fue allí donde descubrió la fugacidad de sus bocetos, ya que cualquier movimiento o la mínima brisa hacía desaparecer sus creaciones. Esta experiencia se refleja en sus composiciones actuales, donde cualquier cambio en un simple objeto puede alterar significativamente la obra, mostrando así la fragilidad de sus dibujos.
La exposición reúne más de treinta pinturas realizadas en los últimos tres años, en las que el artista despliega una narrativa visual rica y sugestiva, utilizando elementos aparentemente inconexos que, sin embargo, poseen una profunda elocuencia.
Las obras de Chanivet se acercan notablemente a los tradicionales bodegones y las naturalezas muertas, géneros que el artista reinterpreta con una visión contemporánea.
En sus composiciones, los objetos y elementos que aparecen adquieren una gran importancia, aunque no son un fin en sí mismos. Para Chanivet, estos elementos funcionan como vehículos para explorar y expresar ideas más amplias sobre la existencia y el tiempo.
Uno de los aspectos más destacados de la obra de Chanivet es su capacidad para capturar la fugacidad y lo efímero. A través del concepto de “congelación”, el artista detiene el tiempo y encapsula momentos específicos, utilizando la fotografía como herramienta para configurar sus bodegones contemporáneos.
Estas composiciones evocan las tradicionales vanitas, aquellas pinturas del siglo XVII que simbolizaban la transitoriedad de la vida y la inevitabilidad de la muerte.
Para el artista es crucial pintar del natural para que la obra sea creíble. Tarda días en conseguir la composición perfecta para luego pintarla rápidamente.
En palabras de Fernando Francés: “sus juegos de objetos de todo tipo, de plastilina, gelatinas y cristal, colocados como una naturaleza muerta, son retratados al natural como hacían los impresionistas, invitando a ver su obra como algo abstracto, alejado del propio relato o título”.
“Su obra, sin embargo, no está vacía de trucos de artista, como las transparencias que emulan la tridimensionalidad de algo plano. Imágenes invertidas al estilo Baselitz o Graham, texturas de puntos aumentados como Lichtenstein o Polke, o el uso entremezclado del aerógrafo, el dibujo y el acrílico”, añade.
‘JUGANDO A SER MAYOR’ DE MAR MUÑIZ
La muestra ‘Jugando a ser mayor’ de Mar Muñiz invita al visitante a sumergirse en un universo donde la realidad se transforma en un lienzo de color y alegría. Las obras presentadas son una expresión genuina de la visión de Muñiz sobre el mundo actual, un mundo que, a pesar de sus desafíos, sigue desbordando belleza y complejidad.
Con ingenio y humor como brújula, Mar navega por los temas que le rodean, buscando siempre una perspectiva positiva y esperanzadora. Su objetivo es celebrar la vida en todas sus facetas, transformando lo cotidiano en arte que conecte y provoque.
El título de la exposición, que también está comisariada por Francés, refleja la visión de la artista en este proyecto, en el cual vuelca sus ansias de celebrar la vida y sus contrastes en cada pintura. Cada obra pretende ser un viaje emocional, a través de una estética infantil, para transmitir y reivindicar diversos aspectos de la sociedad actual.
La muestra se convierte en un ejercicio de introspección en el que, de alguna manera, Muñiz plantea la exposición como el juego de volver a ser una niña desde esa visión lúdica pero reivindicativa.
Se compone de un total de 19 pinturas realizadas en este último año, en las que Muñiz aborda temas que exploran la ironía del presente, la fragilidad de la existencia, la fuerza de la esperanza y la belleza de lo simple. A través de imágenes que evocan el mundo infantil, realiza una crítica incisiva sobre diversos aspectos de la actualidad.
Con un enfoque ingenioso y lleno de sensibilidad, Muñiz invita al espectador a reflexionar sobre la complejidad de la vida moderna, a reconocer la belleza en lo cotidiano y a encontrar esperanza en medio de la incertidumbre.
Con esta muestra Muñiz manifiesta que se encuentra en una etapa de liberación y presentación al mundo, reflejando su entorno con ilusión y alegría. Su arte, con un enfoque optimista y colorido, persigue capturar la esencia del presente y evitar la crítica directa. Pretende inspirar reflexiones positivas sobre temas actuales, despertando sonrisas y esperanza.
Su creatividad le lleva a explorar nuevas formas de expresión, celebrando la vida y aportando luz y color a la vida cotidiana. A través de una temática muy actual, aborda cuestiones de gran interés, como el avance tecnológico, las redes sociales y cómo estas han deshumanizado las relaciones interpersonales, así como las problemáticas ambientales, los conflictos bélicos y las migraciones.
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