MÁLAGA, 25 (EUROPA PRESS)
El Museo de Arte de la Diputación (MAD) de Antequera (Málaga) acoge hasta el 15 de octubre la exposición ‘IA: Pigmentos en tránsito’, una muestra de 36 pinturas creadas usando Inteligencia Artificial por el artista malagueño Fernando Núñez.
El acto de presentación ha tenido lugar este martes en el MAD, donde podrá verse de forma gratuita de martes a domingo en horario de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30 horas. El pintor ha estado acompañado del vicepresidente de Desarrollo Económico y Social de la Diputación, Juan Rosas; el concejal de Cultura de Antequera, José Medina Galeote; la comisaria de la exposición, Isabel de los Riscos, y Francisco Cabrera, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y autor del texto principal del catálogo.
Esta exposición aborda la pregunta de si las IA son una amenaza para el mundo del arte y para los artistas de cualquier disciplina. Para enfrentarse a esta cuestión, Fernando Núñez, que ya en 1990 publicó su tesis doctoral en la UNED ‘Sistemas expertos aplicados al derecho Procesal o, dicho de otro modo, un avance de las futuras IA, aplicada a la toma de decisiones judiciales’, vuelve a cambiar la toga por el pincel para enlazar su pasado pictórico con otras fuentes de inspiración y con estas nuevas herramientas tecnológicas para explorar renovadas vertientes de su creatividad, interactuando con las IA generativas para obtener fruto de ellas.
De esta manera, el artista ha creado imágenes reales que desde lo físico le han hecho transitar a bits inmateriales, trocándolas en irreales para, finalmente, concluirlas como físicas y tangibles, llenas de luz, color, alma, con ojos inquietantes de miradas.
Y es que, si hay algún elemento que pudiera citarse como una constante en la obra de Fernando Núñez, con su técnica realista y detallada, su uso del color y de la iluminación, y su sensibilidad hacia los aspectos emocionales de sus personajes, es la representación de miradas intensas y expresivas para transmitir una amplia variedad de emociones, desde la tristeza y la soledad hasta la pasión y el deseo.
Los ojos de los personajes, en la mayoría de las obras del artista, son el punto focal de la composición, y lo mismo ocurre en las obras que conforman esta muestra.
Además, los sorollescos naranjas del sol poniente y los azules de un mar en verano también tienen cabida en una nueva interpretación. Destacan asimismo sus rostros femeninos y los fondos espatulados, signo de identidad del artista. También se puede ver un guiño a Velázquez con meninas calidoscópicas, actuales, diferentes, que traen al presente los clásicos, fundiéndose en variaciones que solo la IA y el artista, en íntima comunión, han creado.
“Hay que ver la obra para comprender ese viaje de ida y vuelta de la imagen, esa descomposición-composición para alcanzar un resultado final sorprendente”, ha explicado el vicepresidente.
Por su parte, la comisaria de la exposición ha resaltado que “la IA ofrece tanto a quien sabe entenderla, que el arte podría no tener fin. Igual que de un duro mármol puede nacer la mejor de las estatuas, en manos de quien sabe verla, la IA puede ofrecer inspiración a quien sabe lo que busca”, ha asegurado, concluyendo que la IA “necesita del hombre, de su interactuación, para entre ambos lograr fundir y plasmar lo mejor de cada mundo”.
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