MÁLAGA, 29 (EUROPA PRESS)
El servicio de otorrinolaringología del Hospital Regional Universitario de Málaga, junto a la Dirección Gerencia, han reconocido y agradecido en un homenaje la labor de Pedro Pascual Felip Quero por los casi 35 años como monitor voluntario con los pacientes laringectomizados, instalando una placa conmemorativa junto a la puerta de la sala de sesiones del comité de cabeza-cuello de otorrinolaringología.
En el homenaje han estado presentes el delegado de Salud y Consumo, Carlos Bautista, el director gerente del Hospital Regional Universitario de Málaga, José Antonio Ortega, y otros miembros del equipo directivo, además de la jefa de servicio, María José Pozuelo, y profesionales del servicio de otorrinolaringología. El homenajeado también ha ido acompañado por algunos familiares.
Pedro Pascual Felip, de 88 años, fue diagnosticado de cáncer de laringe cuando tenía 51 años, en 1987. Lo intervinieron de laringectomía total y estuvo ingresado casi dos meses por complicaciones quirúrgicas referentes a un cuadro infeccioso.
Así, cuando le dieron el alta acudió a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y allí conoció a su predecesor, Antonio Ortega. Este último animó a Pedro Pascual a que se formara en Sevilla como monitor para educar a los pacientes laringectomizados en la técnica de la erigmofonía. Tras la instrucción se incorporó a la AECC y se hizo cargo de la asociación de laringectomizados y mutilados de la voz de Málaga, asociación que se registró en 1996.
Además de esta actividad, sin ningún fin lucrativo, Pedro Pascual quiso apoyar y dar consuelo a los pacientes y a sus familias durante el ingreso hospitalario, por lo que le impactó el diagnóstico de su enfermedad y cómo lo vivió en el hospital.
Así, desde 1987, todas las semanas realizaba una visita a la planta de hospitalización, donde se informaba previamente por el pronóstico y el estado de ánimo del paciente para saber cómo dirigir el encuentro. Les informaba de cómo se sentirían después de la cirugía, las posibles complicaciones, limitaciones personales no recogidas en los consentimientos informados y les hablaba de la posibilidad de hablar por erigmofonía, y de los foros y encuentros con otros pacientes.
No obstante, las restricciones durante la pandemia le impidieron continuar las visitas al hospital y esto condicionó, junto con su edad avanzada y la muerte de su esposa, que se perdiera este voluntariado y que desapareciera la Asociación de laringectomizados y mutilados de la voz de Málaga.
La jefa de servicio de otorrinolaringología, María José Pozuelo, ha afirmado que uno de sus objetivos es recuperar esta labor y ya cuenta con la colaboración “incondicional” de un paciente intervenido de laringectomía que está dispuesto a continuar el legado de Pascual. Este paciente se llama Juan Casado, quien siguiendo las recomendaciones de Pascual, va a reconstituir la asociación de laringectomizados de Málaga.
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