MÁLAGA, 7 (EUROPA PRESS)
El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha oficiado este sábado una misa funeral por el papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre a los 95 años, y en la que ha puesto en valor su trabajo por “el amor, la verdad y la esperanza” durante sus años de vida. “Son los tres pilares centrales de su magisterio”, ha destacado.
Desde la Catedral de Málaga, y ante los fieles que han querido dar su adiós a quien fuera papa de la Iglesia Católica entre los años 2005 y 2013, Catalá ha iniciado la misa, a las 12.30 horas, con una llamada a vivir la fe y el amor. Recordando las palabras de Benedicto, ha señalado que en su magisterio puso de relieve la centralidad del amor de Dios más allá de solo un mandamiento.
Sobre la verdad, Catalá ha defendido que, en varias ocasiones, el papa emérito “señaló la existencia del subjetivismo, del relativismo, del inmanentismo y otros planteamientos semejantes como contrarios al espíritu cristiano, que ponen a la persona frente a urgentes desafíos”, y estableció una estrecha vinculación entre la verdad y la caridad. De esta última, decía que es la “expresión auténtica de humanidad y elemento de importancia fundamental en las relaciones humanas”, ha recordado.
De hecho, el obispo ha señalado que la vida y misión de Benedicto XVI “fue una continua búsqueda de la verdad”. Eligió como lema episcopal ‘Cooperador de la verdad’ y lo argumentó diciendo que “por un lado, me parecía que expresaba la relación entre mi tarea previa como profesor y mi nueva misión. Aunque de diferentes modos, lo que estaba y seguía estando en juego era seguir la verdad, estar a su servicio. Y, por otro, escogí este lema porque en el mundo de hoy el tema de la verdad es acallado casi totalmente”.
Para Jesús Catalá, el servicio a la verdad de este papa le llevó a afrontar los principales problemas de la Iglesia en aquellos momentos y a ser criticado por su forma de gobierno, “sin percatarse de que las decisiones las tomaba con prudencia y respeto hacia las personas y, al mismo tiempo, buscando la verdad. Su amor a la Iglesia le proporcionó gran sufrimiento”, ha lamentado.
En este punto, el obispo ha confesado su dolor por la crítica contra Benedicto XVI, al que, recuerda, tachaban de “duro, intolerante, intransigente; cuando, en realidad era una persona delicada, respetuosa, transparente, amable, como tantas veces pude experimentar en el trato personal”, ha asegurado.
Además, ha destacado de su pontificado la atención a los más necesitados, la cercanía con las personas sufrientes y la guía espiritual como pastor de la Iglesia universal.
Durante la misa funeral, se ha aludido también al Testamento espiritual del papa emérito, donde dio gracias a Dios, “que me ha dado la vida y me ha guiado en diversos momentos de confusión; siempre me ha levantado cuando empezaba a resbalar y siempre me ha devuelto la luz de su semblante”.
Catalá se ha unido este sábado a esta gratitud, dando las gracias también a Dios por “el regalo que nos ha dado” en la persona de Joseph Ratzinger, que ejerció el ministerio petrino como Benedicto XVI. Así, y siguiendo las plegarias que dejó en su Testamento espiritual, la Catedral de Málaga se ha unido para rezar por él y para “que Dios lo acoja en su morada eterna”.
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