La exposición muestra pinturas al óleo, dibujos y obras en papel, de gran formato, donde la presencia de la palabra y el relato es central
MÁLAGA, 15 (EUROPA PRESS)
El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta ‘nadie es nada’, una gran exposición del destacado artista Eduardo Gruber (Santander, Cantabria, 1949), uno de los artistas más relevantes de su generación. La muestra, comisariada por Fernando Francés, incluye casi 90 obras en las que la relación entre pensamiento, imagen y literatura es fundamental, además de su gusto por la metáfora.
La mayoría de las obras han sido realizadas en la última década, también se incluyen algunas de finales de los noventa y muchas de ellas inéditas. La exposición muestra pinturas al óleo, dibujos y obras en papel, de gran formato, donde la presencia de la palabra y el relato es central.
Las obras expuestas en ‘nadie es nada’ tienen como elemento predominante el uso del blanco y negro y una narrativa enigmática. Gruber busca sorprender al espectador con cuestiones ocultas, invitándolo a reflexionar y encontrar respuestas.
El título de la exposición, ‘nadie es nada’, hace referencia a través de la redundancia en el “vacío”, que todo individuo es importante en su propia historia o aventura personal, al mismo tiempo que participa de la historia colectiva que define a la humanidad.
El artista hace una reflexión acerca de la importancia de la persona y su relación con el entorno que le rodea. En palabras del artista: “Será el espectador ante cada una de las obras el que de sentido a la pregunta ¿qué muestra nadie es nada?”.
Las casi 90 obras de esta muestra se distribuyen en series. Además de una composición a modo de “gabinete”, formada por una selección de 40 obras individuales que componen un políptico, el cual recoge desde su etapa de finales de los 90 hasta la actualidad.
La muestra también incluye la pequeña pintura individual ‘Ni tú ni yo somos nada’ (2022), que inspira el título de la exposición, situada en la entrada de la sala Espacio 1 de CAC Málaga.
Gruber, artista y escritor, siente una gran atracción por el significado oculto y el enigma, escondiendo detrás de cada obra una narrativa que se camufla de forma elegante tras una calidad pictórica indiscutible.
Como ocurre en la obra ‘Neptuno I’ (2015) perteneciente a la serie ‘Acuarios’, donde retrata desde peces que parecen fotografiados en un desfile, hasta siluetas esquemáticas pertenecientes a la misma serie, como ‘Tiburón blanco’ (2014), en la que a través del collage de materiales, la pintura se convierte casi en una “instalación” a la que es posible acceder y que recuerda con una visión crítica e irónica a la obra del británico Damien Hirst ‘The physical impossibility of death in the mind of someone living’ (1991).
El artista con la serie de óleos ‘Factor humano’ ofrece una visión crítica de la sociedad y del mundo que le rodea. Utilizando la obra ‘Tiffany’ (2013) como ejemplo, Gruber se sirve de la tipografía de la famosa joyería de lujo para representar la exquisitez.
Sin embargo, contrasta esta imagen de lujo con una sala de matadero en la que cuelgan varios cadáveres de animales y se lee la frase “cadáveres exquisitos”. Esta imagen confronta la dureza visceral de la labor del matadero con la aparente exquisitez y belleza representada por Tiffany & Co.
El artista utiliza el texto y la imagen como polos opuestos en su significado para ofrecer una posible visión de la sociedad actual. A través de esta obra, el artista critica la sociedad contemporánea, donde la belleza y el lujo pueden ocultar la realidad.
Otra visión crítica de la sociedad se aprecia en la serie ‘The War’, de 2021, expuesta por primera vez en esta muestra y donde se presentan enormes estampas bélicas donde el artista mezcla referencias del imaginario global, lenguaje, expresiones o hallazgos. La serie finalizó con la obra ‘Al soldado inocente’ (2022), la cual dio por terminada dos meses antes del comienzo del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, como puntualiza el artista, “fue un cuadro premonitorio”.
La serie ‘Femme fatale-amores platónicos’ esta compuesta por nueve obras y utiliza el azar como hilo conductor. En ellas el artista reflexiona sobre el destino de unas vidas si hubiesen sido acompañadas de la buena suerte. Cada obra esta basada en fichas policiales de los años 20 del Museo de la Justicia y la Policía de Sídney.
A través de la ficción, el artista crea un mundo aparentemente real en el que imagina y explora los destinos alternativos de estas vidas. La serie invita a reflexionar sobre cómo las circunstancias y el azar pueden influir en las historias y cómo pequeños cambios podrían haber llevado a resultados completamente diferentes.
Eduardo Gruber (Santander, Cantabria 1949), comienza estudios de Ingeniería de Caminos antes de ingresar en la Escuela de Bellas Artes San Fernando de Madrid. Activo desde principios de los 70, su obra ha vertebrado los contenidos de significativos centros y colecciones de España, Francia, Holanda o Alemania.
Vinculado a la mítica Sala Sur de Santander y después a la galería Evelyn Botella de Madrid, de quien recientemente CAC Málaga – La Coracha ha alojado la exposición ‘El pacto visible. Donación Evelyn Botella’, en la que se incluía obra de Eduardo Gruber entre otros muchos.
También ha trabajado con las galerías Artline de La Haya y Ámsterdam, o Siboney y Del Sol St. Gallery de Santander, su trabajo se ha exhibido también en muestras internacionales como ARCO (Madrid), FIAC (París), Kunstrai (Ámsterdam), Art Basel (Basilea) o Art Cologne (Colonia).
Durante su colaboración con Botella, Gruber creó la instalación La ciudad portátil en el jardín del Palacio de Caja Cantabria en Santillana del Mar. Además, ha tenido otros logros relevantes en su carrera, como el diseño de decorados y vestuario para la ópera “Der Freischütz” en 1993, dirigida por Pilar Miró, y ha escrito cuatro novelas y publicado ‘El devorador íntimo’ en 2013 con El Desvelo Ediciones.
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