De total de estos animales, 18 han logrado reproducirse con éxito llegando a volar 20 pollos
Los censos elaborados este año por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio confirman la existencia de 24 parejas de alimoche en Andalucía, una más que en 2017. Este hecho viene provocado por la recolonización de dos territorios clásicos gaditanos que hasta la fecha permanecían vacíos y a la pérdida de otro en la misma provincia.
Los trabajos de seguimiento constatan también que del total de parejas censadas durante el periodo de cría, 18 han logrado reproducirse con éxito, el 75 %, llegando a volar 20 pollos. Respecto a las que fracasaron en su intento reproductor (6), dos no realizaron puesta y las cuatro que sí lo hicieron llegaron a tener incluso pollo en nido, que al estar colocados en lugares accesibles a depredadores terrestres desaparecieron.
Durante esta temporada de cría se ha producido también la muerte de dos machos reproductores por colisión con aerogeneradores en la comarca del Estrecho de Gibraltar, en la provincia de Cádiz. Para reducir este tipo de accidentes la Consejería trabaja en varia líneas, entre las que sobresalen el diseño y mejora de protocolos e instrucciones para los programas de vigilancia ambiental de las plantas eólicas en la provincia de Cádiz.
El otro gran problema que afecta a la supervivencia del alimoche es la mortalidad no natural causada por la colocación ilegal de cebos envenenados, una práctica que fue prohibida en 1983. No en vano, el trabajo realizado en los últimos años por los agentes de Medio Ambiente, Seprona y técnicos de la Estrategia Andaluza contra el Veneno ha conseguido disminuir sensiblemente el número de envenenamientos, especialmente en las provincias de Cádiz y Málaga, aunque todavía representa un factor de riesgo para la viabilidad de las población de esta especie.
A estas causas que provocan la muerte no natural de esta ave catalogada en peligro de extinción, hay que sumar las molestias que se originan durante el periodo de cría, básicamente producidas por el uso público no regulado aunque también por obras forestales, que inciden de manera negativa en el éxito reproductor. Estas molestias han disminuido ostensiblemente por las actuaciones emprendidas para neutralizar sus efectos.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desarrolla un programa de actuaciones con el objetivo de variar la delicada situación por la que atraviesa esta rapaz, provocada fundamentalmente por causas antrópicas. Esta estrategia está basada en el control de la población reproductora y en la ejecución de las actuaciones necesarias para conseguir la supervivencia de los individuos, la salvaguarda de sus territorios de cría y una reproducción con éxito.
El alimoche (Neophron percnopterus) es la más pequeña de las cuatro rapaces estrictamente carroñeras europeas y una de las más oportunistas en cuanto a su ecología trófica, alimentándose de cualquier tipo de carroña (mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios), basuras domésticas, excrementos e insectos, en definitiva pequeños trozos. lo cual la hace muy vulnerable a los cebos envenenados, la principal causa de mortalidad.
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