BAEZA (JAÉN), 5 (EUROPA PRESS)
El director ejecutivo de ‘Food Legal Solutions’, Juan Ramón Hidalgo, ha reconocido este jueves que la seguridad alimentaria está actualmente en “proceso de cambio” hacia un nuevo modelo “más sostenible, saludable e inclusivo”, y ha animado al consumidor a confiar en este nuevo sistema alimentario que ha calificado de “muy seguro”.
En una entrevista concedida a Europa Press, el ponente de la conferencia ‘El futuro de la seguridad alimentaria’, enmarcada en la programación del curso de verano ‘Degusta Jaén, una experiencia gastronómica de productos sostenibles y de proximidad’ que está celebrado la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en la sede Antonio Machado de Baeza (Jaén), ha explicado que “es necesario repasar el pasado para conocer el futuro de la seguridad alimentaria”.
Hidalgo, en su ponencia, ha realizado un repaso sobre el pasado de la seguridad alimentaria, haciendo hincapié en ese cambio del sistema alimentario europeo y su legislación que provocó la crisis de las “vacas locas” en los años 90, para conocer la actualidad de la seguridad alimentaria y predecir cómo va a ser ésta en el futuro. “Los alimentos pasaron a controlarse con lo que se denomina como evaluación del riesgo, una medida que aún está vigente pero que está en proceso de cambio hacia un sistema alimentario sostenible”, ha comentado.
El sistema alimentario, ha detallado, está cambiando hacia un modelo “sostenible, saludable e inclusivo”. Además, como las tendencias de alimentación están cambiando y se predicen nuevos riesgos desconocidos –riesgos emergentes–, se esperan cambios alimentarios en base a estos tres pilares con nuevos alimentos como, por ejemplo, proteínas derivadas de los vegetales o los insectos como sustitutas de la carne.
Hidalgo ha aseverado que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria está trabajando para poder abastecer a las más de 10.000 millones de personas que se espera que vivan en 2050 con alimentos nutricionalmente correcto, así como para introducir de bases de datos científicos para controlar riesgos y ayudar a administraciones y operadores alimentarios y producir productos saludables adaptados a las necesidades de las personas.
Sobre estas ideas anteriores, el consumidor, ha incidido, por cuestiones culturales, aboga por una alimentación “tradicional”, pero debe confiar en este sistema alimentario en desarrollo donde hay “más responsabilidad” que en épocas anteriores y se están aplicando, en general, las normas “de manera correcta” de tal forma que los niveles de seguridad alimentaria actuales “son muy altos”.
Estas iniciativas, ha concluido, están orientadas a cumplir con los objetivos de la Agenda 2023 y el Proyecto Food 2023, donde se pretende aplicar la tecnología y la innovación para la “nueva alimentación”, tal y como se ha hecho con el dióxido de titanio que componían algunos aditivos de los productos o como se hará con la carne, que se sustituirá por otros productos proteicos llegados de los vegetales o los insectos para poder abastecer la consumición de estas proteínas que demanda una población en crecimiento.
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