JAÉN, 5 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha detenido en Jaén capital a un hombre de 36 años de edad acusado extorsionar y agredir a un empresario al que previamente había prestado 30.000 euros sin decirle cómo tendría que devolverlo puesto que entre ambos había una relación de amistad.
A través de la extorsión con amenazas de muerte y hasta agresiones, la víctima habría llegado a desembolsar hasta 300.000 euros en sucesivos pagos de intereses “abusivos”, sin que el prestamista diera todavía por saldado el “leonino” préstamo.
La víctima, aprovechando de la confianza por la amistad que les unía le dijo que estaba pasando una mala racha y que necesitaba que le prestase una cantidad de dinero, a lo que el autor accedió. En ese momento la víctima pensó que el primero que el préstamo era por ser amigos y que no le exigiría ninguna cantidad extra, puesto que en ningún momento se le informó de que devengarían unos intereses.
A los dos meses, el detenido le llamó para comunicarle “las cláusulas abusivas” a las que tenía que hacer frente ya que los intereses generados se irían renovando mensualmente hasta que sufragase el total del préstamo de forma íntegra, sin fraccionar.
Según la Policía, la víctima vivió diariamente durante más de un año “bajo presión y sufriendo amenazas de muerte”. La Policía Nacional puso en marcha una operación denominada ‘Califa’ que culminó con el registro de dos domicilios en la capital jiennense.
En los registros los agentes se incautaron cuatro armas largas, cuatro terminales telefónicos, una defensa, un bate de béisbol, una defensa extensible, varios machetes y navajas de grandes dimensiones, numerosa documentación relativa a préstamos, más de 200 cartuchos de las armas encontradas y más de 18.000 euros en efectivo.
El detenido, al que le constan numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio, falsificación de documentos y contra la hacienda pública, fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente que decretó su puesta en libertad con cargos y con una orden de alejamiento y comunicación hacía la víctima y su familia.
Al parecer, en un principio víctima y detenido estaban unidos por una relación de amistad. Hace un año el empresario, que necesitaba liquidez, pidió dinero al que consideraba su amigo y que no dudó en dejárselo sin aparecer la palabra “interés” o “comisión” en ese momento, dando por hecho que se trataba de un préstamo por ser amigos y que no iba a exigirle cantidad extra alguna.
Para sorpresa de la víctima, una vez transcurridos dos meses de haberle dejado el dinero se puso en contacto con él exigiéndole el pago del préstamo junto a los intereses que había generado el mismo, ascendiendo éstos a más de un 30 por ciento de la cantidad inicial. El pago de estos intereses se iban renovando mensualmente hasta que liquidase de forma íntegra el total de préstamo, sin fraccionarlo.
Los agentes tuvieron conocimiento de que para exigir el pago, amedrentaba a la víctima utilizando la violencia y las amenazas contra su entorno familiar.
Tras acreditar los investigadores que tanto en el domicilio del autor de la extorsión como en el de su entorno familiar se podrían encontrar pruebas suficientes, se pidió autorización judicial para dos registros domiciliarios en los que se encontró documentación sobre más extorsiones a otros ciudadanos por lo que no se descarta la existencia de nuevas víctimas.
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