BAEZA (JAÉN), 4 (EUROPA PRESS)
La profesora titular en el área de Trabajo Social y Servicios Sociales del departamento de Psicología de la Universidad de Jaén (UJA) Eva Sotomayor y el investigador principal de Conicet en el Instituto de Investigaciones Gino Germani (Buenos Aires/Argentina) Adrián Scribano han señalado este miércoles que, “en tiempos difíciles”, las emociones son “más suceptibles” a ser usadas para manipular a las sociedades para consumir ciertos productos o apoyar determinadas políticas o movimientos sociales. Además, han detallado que estos sentimientos “varían” según los determinantes geoculturales y geopolíticos de cada población.
En una entrevista concedida a Europa Press en la sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), los directores del encuentro ‘Emociones en tiempos difíciles: un consenso global desde las ciencias sociales’ han explicado que es un curso “muy importante” porque la sociología ha incorporado recientemente a sus estudios el análisis de las emociones, algo tradicionalmente asociado a la psicología, pero que “tiene mucho que ver con lo social, porque en las interacciones sociales los sentimientos son fundamentales”.
Gracias a la colaboración de la Federación Española de la Sociología y a la Fundación ONCE, han podido contar con la colaboración de “grandes académicos” a nivel internacional que estudian el tema de las emociones, pues los determinantes geoculturales y geopolíticos hacen que las emociones “se multipliquen de diversas maneras” y hace falta analizar todos los casos de estudio.
Parte del curso se centra en los “tiempos difíciles”, según han detallado. Estas situaciones hacen referencia a esos lugares donde existen problemas como el hambre o las desigualdades. Las emociones generadas por el momento que se atraviesa son “usadas para manipular las sociedades”, y los sociólogos tienen que “conocer la forma en la que se realiza esta manipulación por medio de los sentimientos según el lugar y el poder político presente en el momento”.
“Es fácil manipular a las sociedades en tiempos difíciles, al igual que también lo es en tiempos fáciles, y se intenta a través del consumo, la política o los movimientos sociales”, ha destacado Sotomayor. Por su parte, Scribano ha resaltado que las políticas de sensibilidad, ese sentimiento de pertenencia y de “placer” al encontrar a personas que sienten lo mismo, son parte del ser humano, y las mismas permiten transformar el entorno de una persona a través de las emociones.
Por último, han explicado que el 80% de los productos consumen emociones, no necesidades. “Por ejemplo esta idea se puede trasladar a la época de la crisis económica de España en los años noventa, cuando aumentó el consumo de productos de lujo tras una etapa de prosperidad y con la crisis se seguía consumiendo este tipo de productos pero a un precio más reducido porque la gente se sentía bien con estas adquisiciones”, ha concluido Sotomayor.
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