JAÉN, 15 (EUROPA PRESS)
La Comunidad de Regantes Santa María Magdalena ha puesto en funcionamiento en Mengíbar (Jaén) una nueva planta fotovoltaica que va a permitir reducir costes a los agricultores de la zona. Tiene nueve hectáreas de superficie con 9.300 módulos de 445W y está autorizada para autoconsumo y venta de excedentes.
Así se ha señalado este jueves en un acto que ha contado, entre otros, con el presidente de la citada comunidad, Eduardo Díaz, y el delegado del Gobierno andaluz, Jesús Estrella, acompañado por los delegados de Economía, Hacienda, Fondos Europeos, Industria, Energía y Minas, Javier Calvente, y de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Soledad Aranda.
Esta iniciativa de la comunidad de regantes, que ha supuesto un coste de 4,2 millones de euros, nació por la necesidad de reducir costes energéticos, dada la distancia entre las dos balsas de regulación que abastecen los riegos de la zona, según ha informado la Junta.
El presidente de los regantes ha subrayado la conveniencia de la construcción de esta planta fotovoltaica en una zona especialmente problemática por la altitud manométrica con la que llega el agua, siendo una de las más altas de toda Andalucía, lo que suponía una dificultad añadida que se verá solventada a través de esta iniciativa.
Con 6.000 hectáreas y 1.250 comuneros, la Comunidad de Regantes Santa María Magdalena abarca los términos municipales de Mengíbar, Jaén y Cazalilla. Esta planta, autorizada para autoconsumo y venta de excedentes dispone de dos transformadores de 3.500 kwa y “puede suponer una reducción en la factura de la luz de hasta un 40 por ciento”.
Por su parte, el delegado del Gobierno andaluz ha expresado la felicitación y el agradecimiento a la Comunidad de Regantes Santa María Magdalena “por convertirse en punta de lanza en modernización e innovación, incorporando estas dos características a la producción agrícola”.
En este sentido, ha valorado que la planta fotovoltaica, con una superficie de nueve hectáreas compuestas por 9.300 módulos de 445W, va a permitir “utilizar el sol para regar el olivar pero también poder vender energía, contribuyendo con ello a la sostenibilidad ambiental y a la eficiencia energética, reduciendo costes y siendo más competitivos en el mercado del aceite”.
Al hilo, ha identificado esta iniciativa con la hoja de ruta de la Junta para consolidar un modelo productivo que sea sostenible y que busque la eficiencia energética. “Es importante buscar herramientas e iniciativas como esta que cumplan con la economía circular, de tal modo que todo pueda reutilizarse y sirva, por tanto, para que un ecosistema productivo sea sostenible y energéticamente eficiente”, ha dicho.
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