ALCALÁ LA REAL (JAÉN), 15 (EUROPA PRESS)
Las hermanas Dominicas de Alcalá la Real (Jaén) han hecho un llamamiento para conseguir ayuda y arreglar las cubiertas del Monasterio de la Encarnación, muy deterioradas por el paso del tiempo y también por la mala calidad del material utilizado para su reconstrucción tras la Guerra Civil.
El convento estuvo a punto de cerrarse en 2008 por la falta de vocaciones. Entonces, como ha relatado Sor Carmen a Europa Press, solo quedaban cuatro hermanas, una de ellas enferma. Sin embargo, fue en octubre de 2008 cuando llegaron las tres primeras hermanas procedentes de Madagascar y la comunidad volvió a resurgir.
Actualmente, en este convento de clausura residen 14 hermanas con edades comprendidas entre los 90 y los 27 años y se espera que en breve lleguen nuevas incorporaciones. “El convento está muy vivo, pero con esto no podemos, se escapa de nuestras posibilidades”, señala Sor Carmen, que teme que si no abordan el arreglo de las cubiertas esto pueda suponer el cierre de las instalaciones.
Hasta ahora han ido realizando por su cuenta pequeñas reparaciones, pero ahora la reparación de las cubiertas supone un desembolso de 330.598 euros para una comunidad que vive dedicada al rezo y a las obras de caridad y que solo recibe algunos ingresos extra por la venta de dulces en Navidad y con trabajos que les encargan algunas empresas locales.
La cuestión es que las cubiertas se están desintegrando y ya han comenzado las filtraciones en las celdas, en el claustro y en los lavaderos por lo que se enfrentan a riesgos de derrumbe.
Los techos están resueltos con cañizos soportados por una estructura auxiliar de rollizos de madera apoyados sobre los machones existentes de fábrica de piedra. En ambos casos, tal y como recoge el informe técnico realizado por los arquitectos, revela que la cobertura “no asegura la estanqueidad y el estado de las correas seencuentra muy deteriorado”.
“Es una cantidad muy elevada para nosotras”, afirma Sor Carmen, que en ningún momento pierde la confianza en una solución porque hasta el momento siempre las han conseguido desde que en 1588 se instalaron en Alcalá la Real. Llevan cinco siglos en el municipio y sus antecesoras ya se enfrentaron a la reconstrucción del antiguo monasterio tras la Guerra Civil. De hecho, de las instalaciones primitivas solo quedan la Iglesia y el coro, el resto se volvió a levantar en el siglo XX.
Su situación las ha llevado a grabar un video y subirlo a la Fundación de Clausura, al tiempo que aprovechan cualquier resquicio para plantear su problema y pedir ayuda, todo con tal de poder seguir en un municipio como Alcalá la Real donde “nos sentimos muy queridas”.
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