JAÉN, 23 (EUROPA PRESS)
La Catedral de Jaén ha recuperado el esplendor de sus vidrieras tras la restauración de un conjunto de 42, que ha culminado dos años después de iniciarse el proyecto, impulsado por el Cabildo Catedralicio y financiado por la Junta de Andalucía, para reparar los daños en estos bienes, datados entre los siglos XVI y XX.
“Estaban ya al límite, sobre todo, las que dan nombre a la Catedral, de la luz blanca, las incoloras. Se ha intervenido justo a tiempo”, ha explicado a los periodistas José Luis Camacho, maestro vidriero que ha llevado a cabo la restauración en el marco de un proyecto adjudicado a Construcciones Calderón.
En este sentido, ha afirmado que, debido fundamentalmente a que “la acción del viento es muy fuerte” en Jaén, estaban “casi a punto de desprenderse”, con “vidrios desaparecidos, paneles que habían incluso llegado a caerse”, otros “sujetos nada más por dos puntos” o “lomos muy deteriorados”.
Por ello, se ha llevado a cabo “una restauración íntegra y completa”, de manera que, al margen de aprovechar “lo máximo” posible tanto de vidrio como plomo, se han repuesto los vidrios que habían desaparecido a lo largo de los años con “vidrios soplados, incoloros, de la misma categoría que el original”.
Además, se ha actuado en vidrieras de color, como la presente en la cúpula del altar mayor, donde “se ha tenido que intervenir un poquito más, porque la cara del Santo Rostro y de San Félix estaban partidas” y ha sido necesario “un pegado especial y una reincorporación pictórica”.
El artesano ha dado estos detalles en el marco de la visita que el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha realizado a la seo para conocer el resultado de esta actuación. Un recorrido en el que también han participado, entre otros, el obispo, Sebastián Chico; el deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez, y el alcalde de Jaén, Agustín González.
Bernal ha manifestado que “la profunda restauración ha devuelto la luz original a la Catedral, devolviendo el esplendor a una de las joyas renacentistas de España”.
Asimismo, ha agradecido “la excepcional labor” de la Iglesia Católica para la preservación del patrimonio histórico, artístico y documental. “Un patrimonio ingente, con representaciones muy importantes en toda Andalucía, que constituye una parte fundamental del acervo y la tradición cultural de nuestra tierra, que los andaluces y andaluzas sienten suyo”, ha dicho.
El alcalde también ha valorado esta intervención por todo lo que supone para la ciudad desde el punto de vista patrimonial, turístico y social. En este punto, ha señalado que ha estado a cargo de “una empresa de primer nivel y de Jaén, como es Construcciones Calderón, en coordinación con los técnicos de la Delegación de Cultura”.
“Estos trabajos ponen en valor la Catedral y nos permiten seguir trabajando en ese expediente para que sea declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad”, ha comentado González, no sin resaltar también los dos millones presupuestados por la Junta a través de la ITI para adecuar su entono y que están “prorrogados hasta marzo del año que viene”.
EQUIPO INTERDISCIPLINAR
Por su parte, el obispo ha agradecido el “esfuerzo” de la Junta para sacar adelante “este gran proyecto”, en el que ha trabajado un “equipo interdisciplinar” que ha implicado a técnicos de Cultura, el equipo vidriero y Calderón.
Precisamente esta empresa acometerá en breve la adaptación de los aseos de la seo, a cargo de la Diócesis, y que “va a dar lugar a que, quizás, en su momento se pueda abrir la parte baja del atrio”, previa al sagrario y que “es una zona preciosa”.
Eso sí, como actuaciones de calado pendientes, Chico ha aludido a la restauración de las fachadas. “Sobre todo, empezar a afrontar lo que son las distintas fachadas, especialmente la fachada principal de nuestra catedral. No obstante, son grandes proyectos, son grandes ambiciones y vamos poco a poco”, ha dicho.
EL PROYECTO
El Cabildo de Jaén, como promotor, solicitó en agosto de 2022 a la Junta de Andalucía la intervención en las vidrieras de la nave sur, fachada del altar mayor, nave norte, fachada principal, cimborrio, pudridero, sentinis, zona de museos y en la Iglesia del Sagrario.
El proyecto documentaba los principales daños que se habían constatado, como fracturas de vidrios, deformaciones y carbonatación de los plomos, deformaciones y oxidación de los bastidores, varillas de sujeción y demás elementos de hierro.
Además, se encontraron deposiciones de suciedad de diversa índole en ambas caras de los paneles y se habían producido pérdidas de las capas pictóricas, de paneles completos y pérdida generalizada de material de sellado y añadidos discordantes.
La ubicación propia de los vitrales en un ambiente con gran exposición a los agentes atmosféricos, en especial fuertes vientos, había provocado un deterioro que suponía un grave peligro para las personas, así como para la preservación del inmueble. Finalmente se ha actuado sobre el conjunto de 42 vidrieras, 14 de las cuales corresponden a las coloreadas instaladas entre 1911 y 1942.
Uno de los aspectos más interesantes del proyecto desde el punto de vista histórico-artístico es la descripción por tipología y autores. Así, las vidrieras translúcidas (compuestas por vidrios emplomados) correspondientes al gusto clasicista de los siglos XVI al XVIII serían de Pedro Sol (vidriero madrileño) y Juan González, otorgándole una singular claridad.
El programa decorativo de las vidrieras de la Catedral se inicia en 1910 gracias a un sistema de donaciones, recogido en el Libro de Actas del Cabildo Catedralicio. A finales del siglo XIX se contextualizan las operaciones de oscurecimiento, que van desde la ubicación de cortinajes en diferentes vanos a la implantación de un nuevo programa de vidrieras figurativas coloreadas realizados por la talleres de Maumejean y La Venenciana, en cabecera, pies, y sendas fachadas del crucero. En 1942 se sucederían las 3 presentes sobre el altar de la Iglesia del Sagrario.
El proyecto profundizaba en estos cuatro talleres vidrieros, que son los que participaron a lo largo del tiempo en la decoración de los huecos del templo.
La intervención ha estado tutelada por un equipo multidisciplinar, destacando las tareas de embalaje y desmontaje en los casos necesarios para restauración en taller del vidriero en Málaga, o la investigación histórico-documental realizada en torno a la vidriera de la Asunción ubicada en el brazo norte del crucero, que concluía con las claves formales de los elementos figurativos perdidos en paneles centrales y coronación de la vidriera, referidos a la marquesa que la donó.
UNA CONSTRUCCIÓN DE VARIOS SIGLOS
La Catedral de Jaén está inscrita en el Catálogo de General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento, recogido en el Decreto de 3 de junio de 1931, por el que se declara Monumento Histórico-Artístico con carácter nacional. Está dedicada a la Asunción de la Virgen desde la consagración de la antigua Mezquita Mayor de la ciudad musulmana en 1246, tras su conquista por el rey santo Fernando III de Castilla.
La seo actual, cuya construcción se prolongó durante varios siglos, fue concebida en el siglo XVI para sustituir el anterior templo gótico. Destacan su sala capitular y su sacristía, obra cumbre de Andrés de Vandelvira, y una de las obras más importantes del renacimiento español; su fachada principal, una de las principales obras del barroco español; así como el coro neoclásico, debido a su belleza y al gran número de sitiales que lo convierten en uno de los más grandes de España.
En su interior se custodia, entre otras obras de arte y objetos religiosos, la reliquia del Lienzo del Santo Rostro, que se expone a veneración pública de los fieles todos los viernes.
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