JAÉN, 24 (EUROPA PRESS)
El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, ha agradecido este miércoles a los profesionales que trabajan en el Servicio Integral de Medio Abierto (SIMA) su “compromiso y especialización” para ofrecer una atención social, psicológica y educativa a los menores infractores que cumplen medidas no privativas de libertad impuestas por los jueces.
Se trata de una labor fundamental para reorientar a unos jóvenes que en un momento determinado por circunstancias diversas han tenido una conducta conflictiva pero que puede ser reconducida y ofrecerles una nueva oportunidad.
Así lo ha indicado durante un encuentro con el equipo del SIMA de Jaén, gestionado por la Fundación Diagrama y formado por 13 profesionales entre psicólogos, trabajadores sociales, juristas y educadores, según ha informado el Gobierno andaluz.
Actualmente, se encargan del seguimiento y control de 92 menores que cumplen 116 medidas (los jueces pueden imponer más de una a cada joven). En 2022, trabajaron con 228 chicos y chicas en total.
La edad media se sitúa entre los 16 y los 17 años, con un nivel socieconómico medio-bajo y en muchos casos con trastornos de hiperactividad e impulsividad. El consumo de drogas está también detrás de las conductas delictivas en un 85-90 por ciento de los casos.
La Consejería de Justicia es la responsable de los centros y recursos del sistema de Justicia Juvenil donde los menores infractores cumplen las medidas que imponen los jueces, tanto de internamiento en el caso de los delitos más graves como aquellas no privativas de libertad, que son mayoritarias.
En cada provincia hay un SIMA que se encarga de garantizar la ejecución de las medidas de medio abierto, como libertad vigilada, prestaciones en beneficio de la comunidad, tareas socieducativas, tratamiento ambulatorio psicológico o desintoxicación de drogodependencias.
Nieto ha explicado que los profesionales de los SIMA realizan un seguimiento del cumplimiento de las medidas por parte de los jóvenes, que en estos casos permanecen en su entorno, y trabajan con ellos para que retomen o mantengan los estudios, desarrollen hábitos de vida saludables, reconduzcan sus relaciones familiares, aprendan a respetar las normas, controlar impulsos y tolerar la frustración.
“Se trata de una labor social muy importante que tenemos que ver no como un gasto sino como una inversión porque gracias al trabajo que realizan con estos menores, el índice de reincidencia es muy bajo y son jóvenes que recuperamos para la sociedad”, ha subrayado el titular de Justicia, quien ha estado ha estado acompañado por el delegado territorial, Javier Carazo.
LIBERTAD VIGILADA
La medida de medio abierto más frecuente es la libertad vigilada en el caso de delitos de cierta entidad o como continuidad tras cumplir un periodo de internamiento. Los educadores del SIMA se encargan de controlar la asistencia a clase, hábitos, relaciones… y reportar al juzgado y la Fiscalía informes trimestrales o ante cualquier incidencia.
En el caso de delitos menos graves, los jueces suelen decretar la realización de talleres socieducativos relacionados con la conducta cometida (por ejemplo, educación vial ante delitos de tráfico).
Cuando el joven presenta algún tipo de trastorno de conducta o drogodependencia, existen medidas de tratamiento que suelen ser complementarias a otras y en las que juegan un papel fundamental los psicólogos del SIMA.
Además, hay casos en los que los jueces ordenan que los menores realicen prestaciones en beneficio de la comunidad o tareas socioeducativas para restaurar el daño causado, por ejemplo en los delitos contra el patrimonio, o resarcir a la sociedad colaborando con entidades que trabajan con colectivos vulnerables.
ACUERDOS
Para la ejecución de estas, la Delegación Territorial de Justicia tiene acuerdos suscritos con algunas ONG como Jaén Acoge o Cruz Roja así como con 27 ayuntamientos de la provincia, lo que permite que muchos menores puedan cumplir estas medidas en su propio municipio.
Actualmente, el SIMA de Jaén se encarga del seguimiento y control de 39 medidas de libertad vigilada, 37 tareas socioeducativas, 13 prestaciones en beneficio de la comunidad, 16 de tratamiento ambulatorio psicológico y 11 de deshabituación de drogodependencias.
En 2022, un total de 274 menores en Jaén cumplieron medidas impuestas por los jueces: 24 de internamiento (en régimen cerrado, semiabierto, abierto, terapéutico o de fin de semana) y 250, la gran mayoría, no privativas de libertad.
Además de los 228 de cuyo seguimiento se encargó el SIMA, 24 jóvenes pasaron por los Grupos de Convivencia Educativa –un recurso también de medio abierto especialmente utilizado en los casos de violencia filioparental– y once asistieron a actividades en centros de día.
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