BAEZA (JAÉN), 20 (EUROPA PRESS)
La directora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), doctora por la Universidad de Jaén (UJA), enfermera y experta en mayores, María Luisa Grande, ha reclamado que los servicios sanitarios “se preparen para hacer frente a los efectos del envejecimiento”, fenómeno que, según ha advertido, irá aumentando año a año.
En un encuentro con medios en la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén), Grande ha señalado que “se está produciendo un envejecimiento de la población, pues los nacimientos están en los niveles de la posguerra”, tal y como ha justificado con los datos del INE. La experta ha impartido esta semana una ponencia en un curso de la UNIA sobre los derechos de las personas mayores.
“El envejecimiento se va a ir acelerando y eso se traducirá en que va a haber más enfermedades crónicas, porque cuanta más edad se tenga, más probabilidad hay de tenerlas. Además, se van a convertir en algo más complejo pues pueden darse varias enfermedades crónicas al mismo tiempo. Frente a ello, el sistema sanitario debe prepararse para atender esta demanda, ya que, afortunadamente, cada vez las personas llegan a una mayor edad”.
Así, ha invitado a repensar esta situación, ya que “habría que dar un paso más”. Algo en línea con la ONU, que ha declarado esta década como la del ‘envejecimiento saludable’ para responder a este fenómeno, “que se está dando en todo el mundo”, según ha destacado Grande, quien ha pedido a las administraciones que “tengan en cuenta estas consideraciones” y que “pongan en marcha políticas que den respuesta”.
Sobre los efectos de la edad y el paso del tiempo, la experta ha reconocido que “existe un deterioro y cambios fisiológicos, como en la visión o las articulaciones”, lo que “no impide que una persona pueda seguir llevando una vida independiente”. Sin embargo, “los principales cambios vienen por factores psicosociales, ya que la sociedad entiende que los mayores no pueden hacer ciertas cosas y ellos se acoplan a esa expectativa”.
La experta ha puesto el ejemplo de las relaciones afectivo-sexuales, ya que según ha incidido, “hay un tabú” alrededor de ese tema. “Muchas veces es el entorno el que limita a las persona mayores y no tanto las cambio fisiológicos y el deterioro orgánico”.
Grande también ha alertado de la brecha digital, algo que “se ha notado mucho durante el confinamiento, porque muchos no pudieron salir de casa y solo se comunicaban por teléfonos fijos”. Así, ha señalado muchas incitativas para que los mayores puedan acceder a las nuevas tecnologías, algo que “va a dar lugar a mejorar las relaciones familiares y a su calidad de vida”.
“En ocasiones hay un problema de discriminación de edad”, efecto que se denomina como ‘edadismo’. Se trata de una situación que también “ha tenido lugar durante la pandemia”, donde según ha afirmado la experta, “hubo comunidades autónomas que decidieron que los mayores no iban a ir a los hospitales, pues se pensó si tenían posibilidad de superar la enfermedad por su edad y no tuvieron en cuenta el uso de un tratamiento adecuado para ellos”.
“Esa discriminación pesa porque existe en toda la sociedad, pero también existe en todos los recursos sanitarios que, a veces, por una cuestión de edad, priva a los mayores de una serie de derechos a los que podrían acceder si alguien no lo limitara”. Así, ha destacado la iniciativa ‘somos mayores, no tontos’, en contra de la discriminación por edad y que pide un tratamiento personalizado a sus necesidades.
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