JAÉN, 20 (EUROPA PRESS)
El Hospital Universitario de Jaén ha incorporado, por primera vez en la provincia, la estimulación del ganglio de la raíz dorsal (GRD) dentro de los tratamientos intervencionistas para el dolor.
El nuevo neuroestimulador es un dispositivo implantable que permite controlar el dolor y la discapacidad asociados a un síndrome neuropático, según ha informado este martes el Gobierno andaluz.
Este primer caso ha sido realizado por el especialista Rafael de Alba Moreno, coordinador de la Unidad del Dolor del centro sanitario jiennense. Ha estado asistido por el especialista Mariano Fernández Baena, coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Regional Universitario de Málaga, con experiencia previa en la técnica.
Este último ha explicado que la estimulación de los ganglios dorsales de las raíces es la modalidad de neuroestimulación medular más específica que existe, ya que “permite dirigirse a zonas muy definidas y difíciles de alcanzar con la estimulación convencional de cordones medulares posteriores, con alto grado de estabilidad y bajo consumo energético”.
En concreto, al paciente intervenido se le han implantado dos electrodos (en T9 y T10). Antes de recibir el implante definitivo, ha tenido un periodo de prueba corroborado por cuestionarios clínicos específicos, que miden el alivio del dolor y la mejora en su calidad de vida.
Por su parte, el doctor De Alba prevé que, con el implante permanente, “se consolidará su mejoría y podrá retomar sus actividades cotidianas”. “Hasta ahora, llevaba mucho tiempo sufriendo dolores continuos y profundamente discapacitantes y se había sometido previamente a diversas técnicas y tratamientos analgésicos sin lograr un alivio adecuado, ha comentado.
La terapia de neuroestimulación GRD consiste en la administración de impulsos eléctricos de baja intensidad a los ganglios de la raíz dorsal de una o más (hasta cuatro) raíces espinales seleccionadas, que constituyen el nexo entre los nervios que recorren el cuerpo y el sistema nervioso central.
La estimulación del ganglio dorsal de la raíz puede ser un método muy eficaz para tratar dolores neuropáticos periféricos en zonas difíciles de acceder desde el sistema nervioso central y ayudar a restablecer la calidad de vida del paciente.
Además, este tipo de estimulación ofrece una alternativa a la farmacoterapia a largo plazo para el alivio del dolor neuropático. A diferencia de los tratamientos farmacológicos, que se administran a todo el organismo, la neuroestimulación se dirige específicamente al lugar concreto de origen del problema.
TERAPIA PERSONALIZADA Y REVERSIBLE
Los pacientes que reciben un sistema de neuroestimulación del ganglio dorsal de la raíz espinal se someten a una intervención quirúrgica menor en la que se les implantan uno o varios electrodos por vía epidural cerca de las raíces nerviosas que conectan la médula con el sistema nervioso periférico.
Posteriormente, los electrodos se conectan al neuroestimulador, un dispositivo parecido a un marcapasos que produce la estimulación. Una vez activado el sistema, el neuroestimulador se programa de forma personalizada para proporcionar un control óptimo de los síntomas dolorosos del paciente.
Los pacientes se someten habitualmente a una valoración provisional, también llamada periodo de prueba, que les permite experimentar las sensaciones de la estimulación antes de decidirse por la implantación quirúrgica del sistema.
Además, las terapias de neuroestimulación como esta son reversibles y los médicos pueden interrumpir el tratamiento de forma inmediata con solo apagar o retirar el estimulador.
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