JAÉN, 14 (EUROPA PRESS)
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha resuelto de forma definitiva la primera convocatoria de ayudas a proyectos de instalaciones singulares de biogás, en la que se ha aprobado una iniciativa para poner en marcha en Mengíbar (Jaén) una planta de digestión anaeróbica para la producción de energía a partir del tratamiento de residuos como la biomasa.
La iniciativa, impulsada por la empresa Ecomet Jaén, será beneficiaria de una subvención de 1,59 millones de euros, correspondientes al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con cargo a los fondos Next Generation de la UE.
La resolución definitiva de este programa de ayudas, que gestiona el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Miteco, ha seleccionado un total de 81 iniciativas de producción de biogás y su aprovechamiento, bien para uso térmico o eléctrico, en cogeneración de alta eficiencia o para la depuración hasta la obtención de biometano de uso energético. En total, recibirán incentivos por valor de 76,5 millones de euros, para generar una potencia de 188,3 megawatios.
Nueve de esos proyectos singulares se desarrollarán en Andalucía, con una dotación económica total de 3,78 millones de euros. Entre ellos se encuentra la iniciativa para la construir en la provincia de Jaén una planta de digestión anaeróbica para la producción de energía a partir del tratamiento de residuos como la biomasa. La subvención que recibirá este proyecto por parte del Miteco asciende a 1.593.012 euros, tal y como se desprende de la resolución definitiva del programa de ayudas, que acaba de emitirse.
La mayoría de los proyectos beneficiarios de estas ayudas a fondo perdido combinan varias de estas tipologías y un buen número de ellos incorporan, además, el tratamiento y conversión del digerido final como fertilizante.
Todas las propuestas beneficiarias han sido seleccionadas en concurrencia competitiva. Parten del tratamiento anaerobio de materia orgánica depositada en vertederos, de lodos de depuradoras urbanas (EDAR), del aprovechamiento y valorización de residuos agrarios, purines ganaderos, restos de actividad forestal o de la industria agroalimentaria, entre otros variados ámbitos de origen.
En todos los casos, la materia prima de partida pasa de residuo a recurso, incorporando en el proceso mayor valor añadido y generando actividad empresarial y empleo local.
De este modo, el despliegue del biogás contribuye a fijar población, vertebrando el territorio y dando impulso al desarrollo económico de las zonas rurales. La posibilidad de generación de biogás de forma deslocalizada ayuda a evitar la despoblación rural y plantea además sinergias con las necesidades de reactivación económica de las zonas en proceso de transición justa.
Los gases de origen renovable forman parte de la solución para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y contribuyen a cumplir los objetivos de reducción de emisiones y de penetración de energías renovables propuestos para España en el año 2030, recogidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). En ámbitos como el transporte, el biogás ayudará a que España alcance el objetivo del PNIEC de un 28 por ciento de energías renovables en el sector.
Asimismo, el biometano producido a partir de biogás puede desplazar gradualmente al gas natural de origen fósil, especialmente en aplicaciones de alto consumo energético o difícilmente electrificables como el transporte pesado o la industria intensiva en uso de energía térmica, lo que permitirá reducir la dependencia energética de nuestro país y mejorar la seguridad de suministro energético.
Con el fin de identificar todos estos retos y oportunidades en España, el Consejo de Ministros aprobó en marzo de 2022 la hoja de ruta del biogás, que prevé multiplicar por 3,8 la producción actual de biogás hasta 2030, reforzar la economía circular y fijar población en el ámbito rural, gracias al crecimiento de la cadena de valor empresarial.
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