HUELVA, 10 (EUROPA PRESS)
SEO/BirdLife ha solicitado la colaboración ciudadana para “erradicar el robo de castañas” en las sierras de Andalucía. Bajo el lema ‘Si robas castañas nos robas el monte’, el proyecto Montes Vivos, coordinado por la organización conservacionista con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, lanzará una acción informativa en redes sociales dirigida a erradicar los hurtos de este fruto de los montes andaluces, que “amenazan la rentabilidad de las explotaciones y, por tanto, el mantenimiento de estos cultivos”.
Según ha indicado SEO/BirdLife en una nota, con la llegada del otoño, algunos paisajes de las sierras de Andalucía “se visten con tonos rojizos y ocres, conformando un lienzo natural de gran espectacularidad”, lo que hace que miles de turistas se desplacen hacia estos espacios naturales “atraídos por la belleza de la naturaleza, la cultura y la singularidad de sus pueblos, vinculados desde hace siglos a la gestión y aprovechamiento de sus montes”.
Los castañares, en formaciones naturales o en explotaciones privadas dedicadas a la producción de castañas o de madera “son la estrella de estos paisajes”. En el Parque Natural de la sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva) o el valle del Genal (Málaga) predominan los densos castañares “donde, en muchas ocasiones los excursionistas recogen castañas para consumo personal, a veces por el desconocimiento de que se trata de parcelas privadas cuyos propietarios cultivan y obtienen un beneficio económico”.
De hecho, según el estudio de percepción realizado por el proyecto de SEO/BirdLife, Montes Vivos, el 49% de las personas que recogen castañas en espacios abiertos no saben que se trata de una actividad que perjudica los intereses económicos de las personas propietarias de los castañares. Por ello, desde Montes Vivos, la ONG ambiental ha diseñado para las redes sociales esta acción informativa y divulgativa.
Así, la técnica de SEO/BirdLife Candela González, ha señalado que en el proyecto Montes Vivos, “el castañar constituye una fuente de ingresos para las familias serranas, que invierten tiempo, esfuerzo y dinero a lo largo del año en su mantenimiento, para poder recoger sus frutos durante el otoño”. Por eso, “lo que puede parecer una acción inocente como recoger unas castañas del suelo se convierte en un grave problema con la gran afluencia turística, que supone, en suma, una merma importante de producción” y que “pone en peligro la rentabilidad de este cultivo”.
LAS COOPERATIVAS “ALZAN SU VOZ”
Por su parte, el presidente da la Cooperativa Castañera Serrana, ubicada en Galaroza (Huelva), Arturo Martínez, ha señalado que en la sierra de Aracena, el turismo “crece exponencialmente en otoño, sobre todo personas que provienen de las ciudades cercanas”. Así, apunta que “las zonas más afectadas por los hurtos de castañas son aquellas que disponen de más caminos rurales, porque es donde mayoritariamente se concentran los turistas”.
De otro lado, la presidenta da la Cooperativa de Segundo Grado Castañas Valle del Genal, Catalina Chicón, ubicada en Pujerra (Málaga), ha subrayado que “la gente sale de senderismo y todo el mundo se lleva al menos una bolsita. Muchos incluso me han preguntado que cuál es la ruta para recoger castañas”.
Ante las explicaciones de Catalina a los visitantes acerca de que las castañas tienen propietarios, “las respuestas son diversas, argumentando la mayoría que las que están en los senderos se pueden recoger y que no saben dónde pone que no está permitido”. Precisamente, señala que “esta actitud de muchos turistas fue lo que impulsó a los propietarios de Pujerra a generar presión municipal”. Esto, finalmente, “se materializó en la implicación del Ayuntamiento, que instaló carteles explicativos centrados en la prohibición de la recolección de castañas”.
Ambos señalan que la sustracción de castañas “se da fundamentalmente por turistas desinformados”, para los cuales esta información “es bienvenida”. Según el estudio de percepción de Montes Vivos, tres de cada cuatro personas (76,6%), afirmaban no haber visto ninguna señalización que prohibiese esa actividad. Además, “existen grupos organizados que se dedican a robar castañas para su venta clandestina”.
Para que el castañar esté sano y sea productivo, los agricultores tienen que dedicar esfuerzo y recursos económicos. El castañar conforma un paisaje singular y provee de muchos otros servicios ecosistémicos, que son aquellos que un ecosistema aporta a la sociedad, como beneficios para la salud, la economía y la calidad de vida de las personas.
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